Diecisiete magistrados titulares del partido judicial de Ourense (son 18 pero una no tiene derecho a voto porque está en comisión de servicios) están llamado hoy a las urnas para escoger al juez que les representará los próximos cuatro años dentro y fuera del Pazo de Xustiza.
Al puesto de juez decano concurren en este ocasión divididos, ante las dos alternativas que se presentan: Antonio Piña (48 años), el titular del Juzgado de Instrucción 2 de la Ourense y decano estos últimos ocho años, y el titular de Instrucción 1, Leonardo Álvarez (43 años), desde hace tres años. Curiosamente, ambos pertenecen a la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), un colectivos de tintes conservadores.
El primero representa la continuidad en un puesto en el que hasta la fecha no había tenido rivales y que le ha granjeado reconocimiento dentro y fuera de las fronteras provinciales. No en vano, lleva un década en la sala de Gobierno del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por propia designación de los jueces gallegos y está dentro de la ejecutiva nacional de la APM, en donde ejerce como portavoz nacional. Tiene el respaldo de los totems del Pazo, esto es, los magistrados más veteranos. Mientras, Álvarez está en consonancia con los más jóvenes, aquellos que han aterrizado a la par que él en la sede del partido judicial de Ourense y que tratan de hacerse más visibles.
La cita electoral será a las 13.00 horas en primera convocatoria. El ganador debe hacerse con las tres quintas partes de los votos validamente emitidos (sobre 10 si votan los 17). Los propios candidatos están convencidos de que habrá una segunda vuelta, en la que sólo se requiere una mayoría simple. El empate favorecería a Antonio Piña en tanto que tiene más rango en el escalafón judicial (más años de carrera).
La concurrencia de dos opciones a estas elecciones ha sido la comidilla de la judicatura esta última semana, en la que los dos candidatos han apurado hasta el último día la búsqueda de adhesiones (hasta hay un voto por correo) y en las que el veterano Piña llevaba en el día de ayer cierta ventaja, aunque consciente de que las abstenciones pueden hacer inclinar la balanza.
Según dice, concurre por tercera vez porque 'defiendo un modelo de juez y justicia en el que aún hay proyectos inacabados -traslado al nuevo edificio, mediación penal, informatización...- '. Añade que representa a un sector de jueces 'que se sienten identificados con mi forma de hacer las cosas y que no ha recibido críticas hasta la fecha'.
Por su parte, Leonardo Álvarez, quien lleva en la judicatura desde 2001, declinó pronunciarse por los motivos que le llevan a concurrir a estos.
El primero representa la continuidad en un puesto en el que hasta la fecha no había tenido rivales y que le ha granjeado reconocimiento dentro y fuera de las fronteras provinciales. No en vano, lleva un década en la sala de Gobierno del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por propia designación de los jueces gallegos y está dentro de la ejecutiva nacional de la APM, en donde ejerce como portavoz nacional. Tiene el respaldo de los totems del Pazo, esto es, los magistrados más veteranos. Mientras, Álvarez está en consonancia con los más jóvenes, aquellos que han aterrizado a la par que él en la sede del partido judicial de Ourense y que tratan de hacerse más visibles.
La cita electoral será a las 13.00 horas en primera convocatoria. El ganador debe hacerse con las tres quintas partes de los votos validamente emitidos (sobre 10 si votan los 17). Los propios candidatos están convencidos de que habrá una segunda vuelta, en la que sólo se requiere una mayoría simple. El empate favorecería a Antonio Piña en tanto que tiene más rango en el escalafón judicial (más años de carrera).
La concurrencia de dos opciones a estas elecciones ha sido la comidilla de la judicatura esta última semana, en la que los dos candidatos han apurado hasta el último día la búsqueda de adhesiones (hasta hay un voto por correo) y en las que el veterano Piña llevaba en el día de ayer cierta ventaja, aunque consciente de que las abstenciones pueden hacer inclinar la balanza.
Según dice, concurre por tercera vez porque 'defiendo un modelo de juez y justicia en el que aún hay proyectos inacabados -traslado al nuevo edificio, mediación penal, informatización...- '. Añade que representa a un sector de jueces 'que se sienten identificados con mi forma de hacer las cosas y que no ha recibido críticas hasta la fecha'.
Por su parte, Leonardo Álvarez, quien lleva en la judicatura desde 2001, declinó pronunciarse por los motivos que le llevan a concurrir a estos.
