Los jueces exoneran al dueño de frutas Mavaz de la quiebra

Al dueño de la que fuera una de las cadenas de fruterías más importantes de la provincia, un cargamento de bananas con 349 kilos de cocaína de gran pureza intervenido en Oporto en enero de 2019 le costó, en la vía penal, ocho años de cárcel. Aceptó esa pena en el juicio celebrado en febrero de este año en la Audiencia de Pontevedra tras un acuerdo con el fiscal, quien pedía inicialmente trece años y medio. En la vía civil, aterrizaron los asuntos empresariales de carácter lícito. La Audiencia de Ourense acaba de tumbar la sentencia del Juzgado Mercantil (Instancia 4) que, con el apoyo de la Fiscalía, declaraba a Manuel Benito V.P. como el máximo responsable de la insolvencia de los dos negocios que administraba, Frutas Mavaz y Frutas Mavaz Distribución (concurso de acreedores culpable). La sala declara ahora el concurso fortuito de las fruterías, por lo que el empresario no deberá asumir el pasivo de más de cinco millones de euros (a 3.966.525 asciende el de Frutas Mavaz y a 1.269.053 el de Mavaz Distribución). Los magistrados de la sección primera entienden “que no quedó demostrado que la insolvencia fuese provocada por las deficiencias contables que la achacaba el administrador concursal, por lo que queda exonerado de responder de la deuda societaria, se satisfará con el patrimonio hasta donde alcance”, explica el abogado Juan Carlos González Iglesias.. La nueva sentencia no pasa por alto que la documentación contable y el sistema informático de la empresa ardió en el incendio de octubre de 2018 -accidental-, así como que Manuel estuvo en prisión provisional casi tres años por la droga oculta en los palés de fruta. La Administración Concursal alude a inexactitudes graves en los inventarios de bienes y derechos, haciendo una referencia al valor final de activo y pasivo de cada entidad, pero -dice la Audiencia- “sin ninguna referencia a las partidas concretas incluidas en los documentos y los motivos por los que considera que se ha incurrido en inexactitud o irregularidades”. Ha de tenerse en cuenta a estos efectos que “las instalaciones de las empresas sufrieron un incendio declarado fortuito, que la documentación desapareció y que el administrador único de ambas fue enviado a prisión antes de presentarse la solicitud de concurso”, recoge el fallo de la Audiencia. También se le reprochaba al dueño de Mavaz que desatendió sus obligaciones de información e incumplió el deber de colaboración, no habiendo facilitado la información necesaria o conveniente para el interés del concurso. El incendio, nuevamente, juega a su favor ya que limitó la disponibilidad de la documentación. Para los jueces tampoco queda demostrado el dolo o culpa grave del administrador de las dos entidades en la generación o la agravación de la insolvencia, exigiéndose para la apreciación de esta causa general un comportamiento activo o pasivo.