El obispo de Ourense resaltó el ejemplo de Cristo en el Jueves Santo poniéndose en lugar del esclavo para servir y lavar los pies a los Apóstoles. Toda autoridad y todo carisma en la Iglesia es para edificarla y servir a Dios y a los hermanos. El amor que culmina y se alimenta en la Eucaristía no se detiene ni ante la traición, dijo. Además, resaltó que Cristo nos pide hoy que aceptemos su lección del Amor, y la Eucaristía es la cumbre de ese Amor que actualiza el sacrificio de la cruz.
En la tarde de ayer, en las iglesias de toda la provincia se conmemoró el Jueves Santo con la celebración de la misa In Cena Domini. Finalizada esta, se procedió a la procesión hasta los distintos monumentos eucarísticos instalados al efecto.
En la Catedral, siguiendo la tradición, el obispo Luis Quinteiro Fiuza procedió al lavatorio de los pies a doce ourensanos. El primer templo diocesano registró ayer un lleno absoluto, al igual que en los diversos actos de esta Semana Santa.
Homilía
El prelado ourensano, en su homilía, comentó las tres lecturas de la misa, resaltando el valor y consecuencias de la Eucaristía, haciendo hincapié en el valor del domingo tal como el programa pastoral prevé para este año.
La cena pascual de los judíos era fiesta del Señor y se convirtió en perpetua para todas las generaciones, recordando la liberación de Egipto, explicó el obispo, quien además agregó que la Eucaristía da sentido pleno a la pascua judía, es la verdadera pascua de los cristianos. Cristo manda celebrarla actualizando su muerte y resurrección, dijo en otro momento de su discurso.
Este día se instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio, por ello, pidió fervorosamente por las vocaciones necesarias y por los seminaristas.
Por otro lado, terminó hablando del amor fraterno, que debe marcar las actitudes cristianas.
En la Catedral, siguiendo la tradición, el obispo Luis Quinteiro Fiuza procedió al lavatorio de los pies a doce ourensanos. El primer templo diocesano registró ayer un lleno absoluto, al igual que en los diversos actos de esta Semana Santa.
Homilía
El prelado ourensano, en su homilía, comentó las tres lecturas de la misa, resaltando el valor y consecuencias de la Eucaristía, haciendo hincapié en el valor del domingo tal como el programa pastoral prevé para este año.
La cena pascual de los judíos era fiesta del Señor y se convirtió en perpetua para todas las generaciones, recordando la liberación de Egipto, explicó el obispo, quien además agregó que la Eucaristía da sentido pleno a la pascua judía, es la verdadera pascua de los cristianos. Cristo manda celebrarla actualizando su muerte y resurrección, dijo en otro momento de su discurso.
Este día se instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio, por ello, pidió fervorosamente por las vocaciones necesarias y por los seminaristas.
Por otro lado, terminó hablando del amor fraterno, que debe marcar las actitudes cristianas.
