Un grupo de inmigrantes abrió una cuenta para recaudar donativos y entregar las cenizas a la familia

El juez ordena el entierro en Santa Mariña del cadáver de la mujer brasileña asesinada

El cadáver de María do Socorro Dasilva será enterrado en Santa Mariña por decisión judicial y los gastos serán sufragados por el Concello. Mientras, un grupo de inmigrantes abrió una cuenta para recaudar donativos y entregar sus cenizas a la familia.
El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ourense autorizaba en la mañana a la Concejalía de Benestar Social del Concello el entierro del cadáver de María do Socorro Dasilva, de 26 años, la brasileña que el vecino de Riobóo (Cenlle), Ramón Fernández, de 48 años, confesó haber matado en la bodega de su vivienda.

Los restos, que permanecen en el tanatorio Ourensano desde el pasado 26 de febrero, cuando fueran encontrados en el cauce del río Avia, serán depositados posiblemente hoy en un panteón municipal. ‘Los gastos derivados del entierro serán sufragados por la Concejalía de Benestar Social’, aseguró la titular de este departamento, Marga Martín, recordando que ‘descono cemos cómo serán el entierro. Incluso ni sabemos si podrán ser mañana -por hoyporque hay que contar con la agenda de los responsables del tanatorio’, apuntó.

Mientras, un grupo de inmigrantes asentados en la ciudad, tal y como dio a conocer el sábado La Región abrieron un cuenta corriente en La Caixa para recaudar donativos y poder entregar las cenizas de la joven a su familia en Brasil, donde reside una hija suya de ocho años.

El número de la cuenta es el 21006219280200017175 y está a nombre de la Asociación de Inmigrantes de Senegal. El colectivo apelaba ayer a la sensibilidad de todas las personas, inmigrantes o no, para que aporten dinero, ‘cada uno lo que pueda, aunque sólo sea un euro. Lo importante es que las cenizas de la joven descansen en un lugar en que su familia, sobre todo su hija, pueda recordarla, llorar y ponerle flores’, lamentaban.

La familia

La familia de María do Socorro Dasilva no reclamó el cadáver al carecer de recursos económicos para hacer frente a la repatriación, 8.000 euros.

El juez prohibió que el cadáver sea incinerado por el momento, pero su decisión no implica que los restos puedan ser exhumados dentro de una semana y, tras su incineración, enviadas las cenizas a Brasil con los donativos que recoja el colectivo de inmigrantes, entre los que están personas de origen brasileño, dominicano y senegalés.

El Concello se sumó a la iniciativa y los inmigrantes incluso trabajan con la posibilidad de que un familiar pueda trasladarse desde Brasil a recoger las cenizas de la joven.




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