El aula 2.5 del Edificio de Ferro, en el Campus de Ourense, lleva desde ayer el nombre de Celtia Uxía Cabido.
Compañeros de la joven fallecida en el Alvia que descarriló hace seis meses en Angrois, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Educación de Ourense, le rendían así homenaje. El acto contó con la presencia de los padres y la hermana de la joven y también asistieron el alcalde de su municipio, Xunqueira de Ambía, José Luis Gavilanes; la vicerrectora del campus, María Lameiras y más de un centenar de compañeros y amigos. Antes de comenzar el homenaje, la madre de Celtia, Marian Prado, mostraba su agradecimiento a toda la comunidad educativa y, en especial, a los compañeros de su hija. 'Que se sigan acordando de ella después de seis meses me causa una alegría muy grande', decía. Más allá de eso, prefirió no entrar en otro tipo de valoraciones sobre lo ocurrido, tras asegurar que todavía es muy 'pronto', aunque el padre sí reconoció que 'se sienten un poco olvidados'.
El homenaje comenzó con la lectura de una carta dirigida a la compañera recién licenciada ausente. Las encargadas de leerla fueron dos amigas de la fallecida, Ana González y Mary Fernández, y en la misiva interpelaron a Celtia para explicarle que desde el accidente están 'viviendo en un mundo que se paró el día en el que ese tren no llegó a su destino'. En el texto, que provocó lágrimas de varios de los asistentes, aludieron a la forma de ser de la homenajeada, que 'hacía de cada momento algo especial por el simple hecho de haberlo compartido'. 'Ahora no es fácil ver cómo todo sigue con su ritmo natural mientras nosotras nos movemos a cámara lenta, sin fuerzas y sin ti', prosiguieron.
Tras el agradecimiento de una amiga de la familia, se proyectó una composición con imágenes y pequeños vídeos de la vida de Celtia, en algunos de ellos con su prima Eva Pérez, también fallecida en el mismo accidente de Angrois.
FUNDIDO A NEGRO
En referencia a la sonrisa de la ausente, que siempre sale a colación en homenajes en Ourense y en su pueblo natal, el vídeo terminó con la frase 'Tú y tu sonrisa siempre en nuestro corazón', y tras una imagen breve de la sonrisa de Celtia en primer plano, un fundido a negro.
El homenaje comenzó con la lectura de una carta dirigida a la compañera recién licenciada ausente. Las encargadas de leerla fueron dos amigas de la fallecida, Ana González y Mary Fernández, y en la misiva interpelaron a Celtia para explicarle que desde el accidente están 'viviendo en un mundo que se paró el día en el que ese tren no llegó a su destino'. En el texto, que provocó lágrimas de varios de los asistentes, aludieron a la forma de ser de la homenajeada, que 'hacía de cada momento algo especial por el simple hecho de haberlo compartido'. 'Ahora no es fácil ver cómo todo sigue con su ritmo natural mientras nosotras nos movemos a cámara lenta, sin fuerzas y sin ti', prosiguieron.
Tras el agradecimiento de una amiga de la familia, se proyectó una composición con imágenes y pequeños vídeos de la vida de Celtia, en algunos de ellos con su prima Eva Pérez, también fallecida en el mismo accidente de Angrois.
FUNDIDO A NEGRO
En referencia a la sonrisa de la ausente, que siempre sale a colación en homenajes en Ourense y en su pueblo natal, el vídeo terminó con la frase 'Tú y tu sonrisa siempre en nuestro corazón', y tras una imagen breve de la sonrisa de Celtia en primer plano, un fundido a negro.
