Las Fiestas de Ourense se quedan sin la actuación de Loquillo, pese a que el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, lo anunció en sus redes y lo incluyó en el cartel. No había suscrito contrato alguno, señalan en Big Star Music, agencia del artista catalán. Ahora el rockero participará esa fecha, 25 de junio, en el BBK Bilbao Music Legends. Desde el entorno de Loquillo confirman que hubo negociaciones desde abril, pero que no acababan de prosperar por la “inacción” del Concello a la hora de cumplir “estándares de calidad mímimos exigidos” para ofrecer un concierto y velar por la seguridad: “No ha sido capaz de ofrecer las mínimas condiciones técnicas y de seguridad exigidas”.
Comunicado íntegro trasladado por el artista:
El vocalista aceptó una oferta para actuar en el BBK el 25 de junio, misma fecha que Ourense, cubriendo el hueco de Alan Parsons, con una dolencia en la espalda. El entorno del artista catalán sostiene que Jácome anunció “unilateralmente” el concierto en su Twitter “sin un compromiso firmado” y recuerdan que “ni Big Star ni ningún canal oficial ha anunciado nunca este concierto”. Sobre la intención del regidor de denunciarlo, el mánager dice que “el artista se encuentra tranquilo, no hay contrato”. Eso sí, precisa que está “triste”, ya que “hacía tiempo que no venía Ourense”. El agente cree que el alcalde reacciona así “porque sabe que ha fallado”, y lo invita a “asumir su error”. El alcalde incluso intentó regatear: “Me llamó y me dijo: ‘Si me dejas un buen precio, venís en otoño”.
La versión de Jácome es diferente. Dice que Loquillo aludió a “imprevistos y contingencias”, que estudiaron negociar el traslado del concierto a otoño, pero que lo descartaron cuando se enteraron de que el motivo real era ir a Bilbao. Jácome dice que “no tolera que a Ourense se le tome el pelo” y que el lunes iniciará los trámites “para llevarlo al juzgado”.
Este es el comunicado íntegro ofrecido por el Concello:
Lo sucedido recuerda el fallido concierto de Jennifer López o la participación de Adrián Ben en la San Martiño. En ambos casos nunca hubo nada firmado y Jácome achacó el segundo caso a que Ben no quería “perder contra una mujer”.