El pleno de la Diputación de Ourense del mes de septiembre, ágil y muy técnico a primera hora de la mañana, terminó enredándose hasta bien pasadas las dos de la tarde en un debate sin acuerdo sobre la igualdad de los españoles, una última moción presentada por el PP que derivó en posturas políticas dispares sobre el futuro del Gobierno central. Con todo, se dio luz verde por unanimidad a un asunto relevante que tiene que ver con los vertidos a los ríos. El pleno aprobó la delegación de competencias en la Diputación de las funciones de policía medioambiental de vertidos. Los concellos de Pereiro y San Cibrao admiten que no dan abasto con las multas por estas espumas que terminan, habitualmente, dañando al Barbaña.
La popular Marta Nóvoa, precisamente alcaldesa de San Cibrao, aseguró que “ningún dos concellos ten a rede de seguridade” suficiente para atajar el problema de los vertidos. Utilizar los recursos de la Diputación para seguimiento e imposición de multas a las empresas que “seguen vertendo descontroladamente” no tendría coste alguno. El PP aseguró además que últimamente las multas por vertidos en el Barbaña van en aumento y hay residuos que no pueden identificarse por los mecanismos actuales: “As escumas son deterxentes imposibles de detectar, por iso hai multas ultimamente e faise necesario que se amplíe a depuradora”. Nóvoa avanzó que, en conversaciones con la Confederación Hidrográfica, la esperada nueva depuradora costaría cerca de 30 millones, un precio superior al que se creía anteriormente, por la crisis de materiales.
Hubo acuerdo para ceder terrenos del hipódromo de Antela para la prevención de incendios, una materia -la lacra de los fuegos- que no generó discusión entre los grupos.
Se aprobó con la abstención del PSOE la modificación de las bases de ejecución del presupuesto de la Diputación, con cambios en varias necesidades de los concellos: desde arreglo de viales a sufragar un videoclip.
Fue en el punto ocho, dado que el PSOE proponía fiscalizar el uso del parque de vehículos de la Diputación, donde se produjo la primera intervención en un pleno del diputado de DO Rafael Cachafeiro, conocido como Rafa Reporter, también concejal y amigo de Gonzalo Pérez Jácome. Cachafeiro admitió que le importa “un bledo” la política, una afirmación que la oposición le recriminó, teniendo en cuenta que está ejerciendo una labor política en un pleno provincial. En un estilo y argumentario similar al de Jácome, Cachafeiro abogó por eliminar la burocracia y los chóferes.
Por otro lado, no salió adelante la moción presentada por los socialistas que solicitaba ayudas para las familias en el inicio del curso escolar “máis caro da historia de Ourense”.
