Tribunales

Una "madame" en Ourense reclama prisión para el cliente que la dejó sin un diente

El altercado se produjo en un piso del edficio Malingre, en O Couto.
photo_camera El altercado se produjo en un piso del edficio Malingre, en O Couto (ÓSCAR PINAL)
El acusado asegura que estaba drogado y que trató de defenderse

Un cliente asiduo de un céntrico piso en O Couto en el que dos mujeres ejercían la prostitución será juzgado en los próximos meses por el sonado altercado que sucedió en su última visita, en noviembre de 2018. La dueña de la vivienda, que cobraba un alquiler semanal a las inquilinas, acabó sin un diente en el servicio de Urgencias del CHUO. El supuesto autor de la agresión, también, ya que desde los calabozos comisaría, en tanto que fue detenido, tuvieron que requerir asistencia médica al sufrir un ataque de ansiedad aderezado con alcohol y drogas.

La lesionada, que está personada como acusación particular, quiere que Iván F.H. de 40 años, vaya a prisión por lo que interesa, provisionalmente, tres años y medio de cárcel por lesiones y amenazas. La fiscal lo deja en año y medio. Además, de una indemnización por el incisivo que tuvo que sustituir la lesionada mediante un implante.

El inculpado, según explicó durante la instrucción, tenía problemas con el alcohol y las drogas. Tiempo después se puso a tratamiento en la Unidad de Conductas Adictivas del CHUO tras empeorar su estado de salud. El 23 de noviembre de 2018 acudió, sobre las cinco de la madrugada, a un piso del edificio Malingre, en Ervedelo, en donde ya había estado en anteriores ocasiones. Siempre admitió que ese día mantuvo relaciones íntimas mediante precio con una de las dos inquilinas de la dueña. Según esta última, estuvo durante varias horas en la habitación y solo salió ocasionalmente a sacar dinero. A partir de ahí, las versiones difieren.  La denunciante asegura que Iván insistió en continuar manteniendo relaciones sexuales, pero como no tenía más dinero la mujer le pidió que abandonase el piso al tiempo que pedía ayuda al resto de compañeras. Las acusaciones, incluido el ministerio público, sostienen que el investigado le exigió a la dueña de la casa dinero con un cuchillo y bajo amenazas de muerte. En ese contexto, perdió el diente. El incidente subió de tono cuando una de las mujeres salió por el balcón para pedir auxilio. Cuando llegaron los agentes de la Policía Local, el acusado estaba encima de la denunciante y le gritaba que la iba a matar con un cuchillo en la mano. Los policías incluso lo encañonaron con sus armas reglamentarias para que depusiese su actitud.

La versión del inculpado es otra. Admite que hubo una discusión con la mujer con la que tuvo relaciones sexuales porque le recriminó que en la anterior visita la faltó dinero de la cartera. Según él, fue la dueña de la casa quien cogió el cuchillo y lo amenazó, por lo que hubo un forcejeo para repeler una agresión, es decir, actuó en legítima defensa.

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