Jose L. A. G.A. negó este jueves ante los magistrados de la Audiencia de Ourense los abusos sexuales por los que fue denunciado en febrero de 2019 y que supuestamente ocurrieron en una habitación de Pediatría en el CHUO, en donde estaba ingresada la víctima, de 13 años, mientras en la cama de al lado permanecía la sobrina del inculpado, a la que estaba cuidando. La madre de la menor, que ayer volvió a relatarlo, dice que abrió los ojos y vio al inculpado como tocaba el culo y besaba la espalda de su hija. La denunciante cree que, además, el acusado se estaba masturbando. Por ese motivo, la progenitora salió espantada de la habitación para avisar a las enfermeras y sufrió un ataque de ansiedad por el que tuvo que ser asistida en Urgencias.
Pero el relato del investigado es bien distinto. Niega que hubiera tocado a la menor porque cuando presuntamente ocurrieron los hechos él estaba viendo la televisión, sentado en una silla.
El relato de la niña, que estaba ingresada en esa fecha por una tentativa de suicidio, ofreció lagunas. El juzgado instructor abrió diligencias por una agresión sexual pero la fiscal no halló pruebas para ir a juicio por esa imputación y el procedimiento concluyó con una acusación por abusos. Durante su declaración de ayer, sufrió una crisis de nervios y la vista tuvo que ser interrumpida unos minutos.
No es la primera vez que la menor acude a la sala de vistas de la Audiencia provincial para testificar como víctima de un delito sexual. En junio de este mismo año, la sala condenó a ocho años de prisión a un tío suyo, Aitor José O.R., por violarla durante la Nochebuena de 2018 en la vivienda que compartían en la ciudad. El caso se destapó cuando estaba ingresada por beber lejía y se lo contó a una amiga de su madre.
Por el último caso, la fiscal reclama una pena de tres años de cárcel para el acusado y 2.500 euros de indemnización.
