El tramo de la circunvalación este de Ourense que busca enlazar Benposta y la N-525, para finalizar la carretera que arranca en Os Viros y que está en servicio desde hace años, quema etapas en su tramitación administrativa al recibir el visto bueno en materia ambiental siempre que se tengan en cuenta las condiciones incorporadas en la declaración de impacto ambiental formulada por la Xunta.
El vial que tiene sobre la mesa la Consellería de Infraestructuras cuenta con una longitud de casi 1,5 kilómetros, conectando la rotonda en la que confluyen la circunvalación y la OU-105 con otra que se prevé ejecutar junto a la N-525. Para hacer realidad el tramo sería también necesario construir varias estructuras, como un puente sobre el río Barbaña de 70,5 metros, dos pasos inferiores –uno para salvar la línea del ferrocarril–, muros de contención y obras de drenaje transversal. También será necesario habilitar vertederos para los materiales.
Informes
Tras recabar toda la documentación de Infraestruturas, se solicitaron los informes pertinentes a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural (afecta a la Vía da Prata), Confederación Hidrográfica Miño-Sil (tiene competencias sobre el Barbaña y el regato de Seixalbo) o la Dirección Xeral de Emerxencias e Interior.
Analizando todas las consideraciones, la Consellería de Medio Ambiente recoge en su resolución los requisitos que debe incluir el proyecto constructivo y las obras, dado que no pueden ver afectadas las especies de flora y fauna . Para evitar daños en el Barbaña será necesario un estudio hidrológico-hidráulico, prohibiéndose habilitar los vertederos en zonas de flujo preferente, mientras que los movimientos de tierra deben realizarse en períodos temporales en los que no llueva.
Un plan específico para dar continuidad a la Vía da Prata a la altura de la glorieta en Benposta o un control y seguimiento arqueológico son otras condiciones que impone Medio Ambiente.
Desde el momento que arranquen los trabajos de construcción de este vial, será necesario realizarun informe trimestral para comprobar que la evolución de los trabajos no afecta al entorno.
En la documentación que publicó en su momento la Consellería de Infraestruturas, se estima que el presupuesto de la actuación ronde los cinco millones de euros, con un plazo de ejecución previsto de 18 meses.
