JUICIO POR ABUSOS SEXUALES

Reconoce que estuvo en la estación de tren pero no que violara a un menor

OURENSE. 29.10.2015 AUDIENCIA, JUICIO POR ACOSO SEXUAL FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera David González Díaz, en el juicio de ayer celebrado en la Audiencia.

La acusación particular reclama una pena de casi diez años de prisión

David González, de 27 años, reconoció ayer en la sala de vistas de la Audiencia que iba de forma asidua a la estación de ferrocarril de Ourense porque cogía el tren para ir a Ribadavia, pero no que intentase violar a un menor de edad en los aseos de ese recinto el 20 de marzo de 2013. En cuanto a la hora, no recordó, precisamente, si a las 08.50 horas estaba en la estación Empalme, aunque la víctima sí lo tiene claro. 


Protegido por un biombo para resguardar su intimidad dentro de la sala de vistas, el denunciante, que era menor de edad cuando ocurrieron los hechos, reconoció al inculpado, tal como hiciera durante la instrucción del sumario, como la persona que lo acorraló en una de las cabinas de los aseos de caballeros cuando salía de hacer sus necesidades ya que se iba de excursión con su abuelo. Según explicó ayer el joven, la persona que estaba sentada en el banquillo "lo empujó con fuerza y cerró con pestillo la puerta". Asimismo, relató que sacó una navaja de bolsillo del pantalón mientras se bajaba los pantalones y lo conminó a que le realizase una felación.

El menor, por el miedo que sintió, se arrodilló y le pasó la legua por el pene. La víctima declaró que el acusado dejó que se fuera cuando le advirtió que era menor de edad. "Me dijo un chulesco lárgate".
La fisc al calificó los hechos de violación en grado de tentativa  y reclamó una pena de siete años de prisión. Pero introdujo una alternativa en caso de que la sala considere que no cabe hablar de violación (acceso carnal por vía bucal) pidiendo seis años y seis meses por agresión sexual intentada del artículo 178 (atentar contra la libertad sexual de otra persona, utilizando violencia o intimidación).

En ambos casos, según explicó la representante del ministerio público, la pena debe ser superior porque el acusado hizo uso de una navaja, un instrumento potencialmente peligroso. En cuanto a la indemnización, la fijó en 12.000 euros.


El letrado de la acusación particular elevó la pena a nueve años y medio al invocar que la víctima, que era menor, era especialmente vulnerable por su edad.  Asimismo, introdujo una alternativa en caso de que la Audiencia provincial considere que hubo desestimiento voluntario en el delito en cuyo caso reclamó una pena de ocho años de prisión.

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