Velle llegó a desembalsar más de 2.000 metros cúbicos por segundo

El Miño volvió a entrar en el nivel de prealerta

El río Miño, muy crecido, a su paso por la ciudad de Ourense. Al fondo, el Puente del Milenio. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
La altura del caudal del Miño entró en la madrugada de ayer de nuevo en el nivel de prealerta, al situarse en 6,26 metros, como consecuencia de las precipitaciones caídas a lo largo de la noche tras la entrada en la provincia de la borrasca 'Stephanie'. Ese nivel de prealerta se mantuvo hasta el mediodía, comenzando luego a registrar un descenso paulatino, hasta situarse a las 20.00 horas en los 5,85 metros, por debajo del umbral de prealerta que se activa en cuanto la altura del agua supera los seis metros.
Mientras, la presa de Velle llegó a desembalsar más de 2.000 meteros cúbicos de agua por segundo a primera hora de la mañana de ayer.

La imponente fuerza del agua es seguida por muchas personas y en la calle cada una tiene su propia teoría para explicar lo que está ocurriendo con la sucesión de borrascas. Mientras mira el imponente caudal del Miño desde el mirador de Velle, Josefina Morenza afirma que nada es novedoso. 'Sempre foi igual, o que pasa é que nos esquecemos enseguida das cousas que pasan. Hai dez ou doce anos esta mesma presa ?la de Velle- tivo que abrir a comportas de todo e anegou a carretera de Monforte. Lembro que chegaba a auga case ata a sede da Cruz Vermella e ós sótanos do Centro Comercial Ponte Vella, que estaba en construcción. Tamén se anegou o Barbaña, o que pasa é que a xente non se lembra', sentencia con rotumdiodad.

Roberto Méndez no lo tenía tan claro, pues sí estaba convencido de que la actual es una situación excepcional, pero la contundencia de su compañera de encuesta le hace dudar, pues 'sí que é certo que hai uns anos chegou a auga á estrada de Monforte, pero aún así 'nos últimos meses leva chovido moitísimo'. En cambio, cree que antiguamente llovía más, aunque de forma más repartida. También cree que hacía más frío. 'Cando éramos nenos e viñamos a Ourense, viamos a fonte da Alameda conxelada. Eso hai moitos anos que xa non ocurre'.

Lola Cid y Luisa Alemparte, que mantienen su estado físico haciendo andainas por las riberas del Miño, también son de la opinión que antes llovía mucho más. 'Non hai comparación. Agora chove de vez en cando, e en algunhas ocasións de maneira tola, pero antes corrían permanentemente os regatos e as fontes, que agora secan en canto chega o verán'.

En cambio Anxela Fernández y Alberto Otero, dos jóvenes atletas que pasan por la misma zona, tienen claro que 'esto es la consecuencia del maltrato que los humanos damos al Planeta', dice con resolución, mientras su compañero asiente. 'La gente no es consciente del daño que causa la contaminación y las consecuencias ya están aquí', añade Alberto.

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