ACOGIDA DE MENORES

Niños de Chernobyl esperan familias acogedoras en verano

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photo_camera Jóvenes acogidos en Galicia en pasadas ediciones procedentes del sur de Rusia.

Seis menores necesitan un hogar voluntario que los reciba desde finales de junio hasta agosto

Un grupo de 65 niños procedente del sur de Rusia, de la zona afectada por el desastre de la central nuclear de Chernobyl en 1986, pasarán dos meses de verano en Galicia gracias a la acción de la asociación Ledicia Cativa. Su vicepresidente, José Manuel Borrajo González, hace un llamamiento a los ourensanos para que esta provincia vuelva a demostrar su solidaridad con ellos. A día de hoy tan solo seis están pendientes de familias que se brinden a un acogimiento. Borrajo confía en que sean ourensanas.

Hace cinco años en la provincia se acogía el 85 por ciento de los niños procedentes de la zona contaminada pero, actualmente, "la mayoría de las propuestas de acogida llega de otras provincias gallegas", lamenta. Son en total 33 concellos los que se han involucrado en un proyecto "a largo plazo" que permite que las familias "acojan al mismo niño o niña desde los siete años a los 17".

El vicepresidente de Ledicia Cativa resalta que "los que entramos a formar parte de este programa solidario participamos en el desarrollo de los niños tanto físico como formativo en una etapa fundamental de su desarrollo como persona", de ahí que se creen "vínculos muy fuertes, casi familiares", asegura.

Los niños y niñas que vienen a Galicia desde finales de junio hasta agosto (40 días mínimos e imprescindibles para experimentar mejoras en su salud) proceden de Briansky, la zona más contaminada de Rusia, una zona deprimida económica y socialmente.

Borrajo recuerda que "hace años, a finales de los 90, venían niños de orfanatos y para algunas familias llegó a ser muy doloroso dejarles regresar a su país". Hoy los niños que participan en esta acción "simplemente nos necesitan". La mayoría de ellos "son pobres pero vivir en la pobreza y en la austeridad no es vivir en la miseria", remarca. "No traemos niños porque vivan en la mayor de las indigencias, los acogemos porque viven envenenándose constantemente por la radiación nuclear", insiste. En cuanto a su cultura, "es diferente a la nuestra y llena de contrastes" lo que hace que para ellos sea una doble experiencia "y no fácil".

El vicepresidente de Ledicia Cativa señala que "el primer año de acogida, suele ser el mas difícil, por las dificultades del idioma, las diferencia de costumbres y la forma distinta de educar" por lo que advierte de la necesidad de dar una continuidad que haga su llegada más fácil.

"Cariño y dedicación es lo que precisan", asegura Miguel Doval, que participó en el programa de acogida a finales de los años 90. "Todo lo que les das te lo devuelven multiplicado por cien" pero, advierte, "al principio se nota mucho la diferencia cultural y el distinto tratamiento que tienen en casa con su padre o su madre". Recuerda que "al llegar son más cercanos a las madres pero "cuando cogen confianza todo funciona estupendamente". Lo importante, añade, "es que comprendan nuestra estructura familiar y comprueben que aquí tanto padre y madre disfrutan pasando tiempo con los hijos".

Las familias interesadas en acoger a niños afectados por el desastre de Chernobyl pueden hacerlo a través de la página web asociacionlediciacativa.org. El coste de la acogida se aproxima a los 400 euros por familia, lejos ya de los años de coste cero cuando el Concello apoyaba esta iniciativa.

ESPERAN MÁS APOYO DE LOS AYUNTAMIENTOS 

Las ayudas públicas llegan a cuentagotas a la  asociación Ledicia Cativa. "No hemos nacido financiados en los Servicios Sociales de ningún Ayuntamiento, ni patrocinados ni auspiciados por Institución pública o privada", sostiene Borrajo. Este colectivo tiene ayudas puntuales pero lamenta que "no todos los concellos o diputaciones nos  apoyan económicamente" pese a que ayudamos a mejorar la salud de muchos niños. 
Son las familias las que costean  el programa . Además, carecen de personal voluntario ni contratado. Insisten desde esta asociación en que la  acogida que brindan es desinteresada y tiene como finalidad "ayudar a los niños a recuperar su salud y darles a conocer nuestro concepto de familia para que puedan vivir más y mejor.

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