CRIMEN

Una noche de “esmorga" acabó con la muerte del joven rumano en Boborás

La Policía Judicial registró las casas de los tres sospechosos, incluida la bodega en la que supuestamente le golpearon

Los tres sospechosos del homicidio de Alexandru Walter Boghiu pasarán hoy a disposición judicial, después de que la Guardia Civil les tomase declaraciones y realizase el registro de sus respectivas viviendas en busca de las pistas, como restos de sangre, teniendo en cuenta que presuntamente golpearon a la víctima antes de echar el cuerpo al canal del río Viñao. Los detenidos son Óscar Estévez López, de 25 años, Eduardo López Fernández, de 36, ambos vecinos de Cameixa (Boborás) y Brais Pájaro Vides, de 23 años, vecino de Carballiño. La Guardia Civil bautizó la operación como "a esmorga", porque lo que empezó siendo una noche de diversión acabó en tragedia, igual que en la novela de Blanco Amor.

Sucedió durante la noche del viernes y la madrugada del sábado. Los cuatro bebieron alcohol y tomaron drogas, acabando en la bodega de la casa de la suegra de Eduardo López, en Cameixa. Allí, según fuentes policiales, discutieron y los tres sospechosos supuestamente golpearon al joven carballiñés de 22 años, natural de Rumanía, desprendiéndose posteriormente del cuerpo en el canal del Viñao, que desemboca en el embalse de Albarellos, en donde fue descubierto por un grupo de cazadores.

La Policía Judicial efectuó ayer el registro de las viviendas, entre ellas la de Cameixa, en donde se produjo el crimen. Los agentes accideron al interior en torno a las 14,30 horas, llevando esposado a Eduardo López, con el fin de hacer una reconstrucción de los hechos.

Las autopsia reveló que Alexandru Walter recibió un gran número de golpes, entre los que supuestamente le propinaron los sospechosos y los ocasionados por el arrastre del agua dentro del canal hasta caer en el embalse. La autopsia, sin embargo, no fue concluyente a la hora de determinar si todavía estaba vivo cuando lo abandonaron.

Quienes conocían a Alexandru Walter declaraban ayer estar todavía conmocionados por lo sucedido, coincidiendo vecinos y amigos en que era un joven serio, educado y que nunca se había metido en problemas. Estudiaba Bachillerato semipresencial en el Instituto Chamoso Lamas, y residía con su madre y un hermano en la calle Solana de Carballiño.

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