ENTREVISTA

"Nos gusta mucho la actividad, pero da mucho trabajo"

Conchi López y David Rodríguez, en uno de los apartamentos que gestionan.
photo_camera Conchi López y David Rodríguez, en uno de los apartamentos que gestionan.
Conchi López y David Rodríguez regentan dos viviendas de uso turístico en el Casco Viejo desde la primavera del 2017

Conchi López y David Rodríguez son copropietarios de dos viviendas de uso turístico en el casco histórico de la ciudad. La idea de convertirse en empresarios del sector vino como una consecuencia lógica después de haber sido usuarios como viajeros de estancias similares en otros lugares, sobre todo en el extranjero. 

Se pusieron a la tarea y en abril del año 2017 abrieron las puertas, coincidiendo con la Semana Santa. Desde entonces la experiencia está siendo muy positiva: "Nos gusta mucho esta actividad, aunque da mucho trabajo", resume Conchi López. 

Al sector está llegando propietarios de viviendas desocupadas que optan por la rehabilitación para ponerlas luego en el mercado turístico. La teoría es que la rentabilidad es mayor que si se pone en el mercado del alquiler, aunque tiene matices. Conchi recuerda que, efectivamente, "es más rentable que el alquiler del piso, pero también hay que decir que hay temporadas bajas y que la atención da mucho trabajo". 

La ocupación oscila según las épocas del año y la competencia es ahora mucho mayor. David Rodríguez recuerda que cuando ellos comenzaron su actividad "no rexistro a nosa tiña o número trece e hoxe na cidade debe haber unhas 200 e unhas 300 a nivel provincial". O lo que es lo mismo: "antes era moita a demanda e poucas as vivendas existentes, pero agora é outra a situación". Aún así, hay épocas del año en las que las que la ocupación es alta "e si tiveramos o dobre do que temos encheríase igual".

Demanda

Pero son escasos esos picos de demanda. Conchi López los ciñe a las épocas del Entroido, los días fuetes de la Semana Santa, eventos deportivos y la Navidad. Las estancias suelen ser de fin de semana o coincidiendo con festivos, de unos dos o tres días de media. Sin embargo, la experiencia es "muy positiva", dicen ambos. El perfil de huésped suele ser gente joven, parejas solas o con niños, que llega desde el resto de provincias españolas, "aunque está aumentando la presencia de clientes de otros países", dice la copropietaria.

El negocio les está yendo bien, pero reconocen que "tenemos que ocuparnos de todo y que no falte detalle". Y es que los visitantes valoran cada vez más los matices, entre ellos la calidad y el trato otorgado. Ese es uno de sus puntos fuertes, dicen. David dice que una de las claves "está na atención que lle damos á xente e os detalles, que están cuidados ao máximo".

Como él recuerda, el aprendizaje ha sido importante porque "antes de ser vendedores deste tipo de productos eramos consumidores e iso dá unha visión importante porque descubres as cousas que faltan en outros lugares e tratas de non caer nos mesmos erros". 

La experiencia de Conchi y David les anima y los resultados cosechados están a la vista tres años después: su negocio aparece muy bien puntuado en los portales de Internet en los que se hacen las reservas.  Sin embargo, como advierte ella, "hay que dedicarle mucho tiempo, ocuparte de todos los detalles, asesorar a los visitantes que llegan y eso se suele hacer muchas veces a costa de tus momentos de ocio". 

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