En el resto de España, los transportistas tienen permitido consumir en el interior de los establecimientos de hostelería, porque la suya es una actividad esencial, pero no en Galicia ni la Región de Murcia. Y esta asimetría causa malestar y confusión en el sector. Durante estos tiempos de pandemia, los camioneros se enfrentan a la soledad, recluidos en unos vehículos que a menudo funcionan como el único lugar posible donde comer y dormir, siempre con algún táper a mano por si acaso.
José Carlos López, vicepresidente de la Federación Nacional de Transporte por Carretera, critica desde Castilla-La Mancha la situación de los transportistas que, como él, entran en la comunidad gallega."Ahora estoy en Soria. Aparco mi camión, después de pasar en unos metros cuadrados todo el día metido, ceno y vuelvo. No sé qué concepto tienen desde la Xunta de los camioneros, pensarán que estamos en la barra tomando vino". Critica que "tomar unos bocatas los primeros días vale, pero no podemos pasar todo el año así. En Galicia, si no consigues un hotel, lo que te queda es que te pasen la comida por una rejilla. Y ésta es una comunidad final, donde se carga y descarga y pasas varios días", destaca.
Antonio Villaverde, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos, añade que "es algo demencial. Me parece penoso que los compañeros de Galicia tengan que manifestarse por algo que es un derecho, y agradezco mucho que lo hagan cuando nos afecta más a nosotros que a ellos. Cuando trabajas al servicio de los demás, que ocurran estas cosas hace que se te caiga el alma a los pies. En Castilla-La Mancha, aún estando los bares y restaurantes cerrados, en establecimientos de carretera no ponen ningún problema, nos dejan entrar y usar aseos. Cubro la ruta Madrid-Barcelona continuamente y no he tenido problemas más que en Galicia". José Javier, presidente de la Asociación de Transportistas de Verín, concluye que "por muchas restricciones que haya, no nos pueden tratar así".
