Los obispos españoles mostraron ayer su alegría y 'sorpresa' por la elección del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa, del que han destacado su sencillez y humildad, y que tendrá que enfrentarse, han dicho, a los tiempos duros que atraviesa la sociedad actual.
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, destacó la cercanía, humildad y sencillez del papa Francisco y contó que tuvo la oportunidad de conocerlo en Buenos Aires, en una visita a esa ciudad para preparar un Año Santo.
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, aseguró tras conocer el nombre del nuevo papa que tiene 'el perfil de un santo'.
El presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense y arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, elogió que sea latinoamericano y que haya elegido el nombre de Francisco porque 'es el santo de la pobreza, de la sencillez' que es 'lo que nos conviene mucho a todos en estos momentos'.
Francesc Pardo, obispo de Girona, destacó su conocimiento de 'la problemática latinoamericana, que no es sólo de allí, sino mundial'.
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, afirmado que el nuevo papa, es un 'signo de gran esperanza' para la Iglesia por su perfil, su origen y su condición de jesuita.Como miembro de la Compañía de Jesús, fundada en el monasterio de Loyola (Gipuzkoa), Iceta ha inferido que Francisco I conoce 'muy bien' la 'realidad' del País Vasco y sus peculiaridades.
El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, considera que el nombramiento del nuevo papa, 'abre un futuro de esperanza' para la Iglesia universal, al mismo tiempo que advierte de que su tarea 'no será fácil' en los 'tiempos recios' en los que se encuentra 'sumida la sociedad actual'.
El obispo de Zamora, Gregorio Martínez, se mostró 'sorprendido' por la elección, pero precisó que 'es el que Dios ha querido poner al frente de la Iglesia'.
El obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, señaló que en tiempos de 'un marcado individualismo', es necesaria una acción llena de tacto y firmeza, a la vez, que 'mantenga bien unida a la familia de los hijos de Dios, que es la Iglesia'.
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza señaló que, cuando conoció a Jorge Mario Bergoglio hace unos años en unos ejercicios espirituales 'sintió que era un pastor bien preparado, jesuita, con muchos años de preparación, valiente, bastante humilde y bastante normal'.
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, aseguró tras conocer el nombre del nuevo papa que tiene 'el perfil de un santo'.
El presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense y arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, elogió que sea latinoamericano y que haya elegido el nombre de Francisco porque 'es el santo de la pobreza, de la sencillez' que es 'lo que nos conviene mucho a todos en estos momentos'.
Francesc Pardo, obispo de Girona, destacó su conocimiento de 'la problemática latinoamericana, que no es sólo de allí, sino mundial'.
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, afirmado que el nuevo papa, es un 'signo de gran esperanza' para la Iglesia por su perfil, su origen y su condición de jesuita.Como miembro de la Compañía de Jesús, fundada en el monasterio de Loyola (Gipuzkoa), Iceta ha inferido que Francisco I conoce 'muy bien' la 'realidad' del País Vasco y sus peculiaridades.
El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, considera que el nombramiento del nuevo papa, 'abre un futuro de esperanza' para la Iglesia universal, al mismo tiempo que advierte de que su tarea 'no será fácil' en los 'tiempos recios' en los que se encuentra 'sumida la sociedad actual'.
El obispo de Zamora, Gregorio Martínez, se mostró 'sorprendido' por la elección, pero precisó que 'es el que Dios ha querido poner al frente de la Iglesia'.
El obispo de la diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, señaló que en tiempos de 'un marcado individualismo', es necesaria una acción llena de tacto y firmeza, a la vez, que 'mantenga bien unida a la familia de los hijos de Dios, que es la Iglesia'.
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza señaló que, cuando conoció a Jorge Mario Bergoglio hace unos años en unos ejercicios espirituales 'sintió que era un pastor bien preparado, jesuita, con muchos años de preparación, valiente, bastante humilde y bastante normal'.
