Los trabajos de consolidación de una ladera para evitar nuevos desprendimientos de piedras sobre la carretera N-120, a su paso por el municipio de Ourense, cumplen tres meses. Los conductores continúan soportando retenciones al estar uno de los carriles cortados, en sentido Monforte, a causa de las obras.
El Ministerio de Transportes (antiguo Fomento) aún no tiene fijada una fecha para finalizar los trabajos y, acto seguido, la reapertura del carril a la circulación. Los trabajos se iniciaron tras registrarse un desprendimiento a principios del pasado mes de noviembre, que obligó a cortar la nacional -se establecieron rutas alternativas por Vilamarín y Nogueira de Ramuín- durante medio mes.
A finales del pasado mes de noviembre, una empresa, tras retirar las piedras y tierra, cortó un carril para acometer los trabajos de consolidación de la ladera, a lo largo de un tramo de más de 200 metros. "En el proyecto que se está realizando se tiene en cuenta la seguridad de los conductores. Que no se registren más desprendimientos y evitar un accidente", explicaban ayer fuentes de Transportes.
Ayer miércoles, varios trabajadores utilizaban un grúa para extender a lo largo de la montaña una red metálica, que fijaban con grandes tornillos de hierro a la roca, previamente sellada con cemento.
Mientras, los conductores deben circular de forma alternativa por el carril que está abierto. La empresa instaló un semáforo portátil y las retenciones de vehículos se suceden a diario dada la alta intensidad circulatoria que registra el vial, el segundo con más trafico tras la autovía A-52 en la provincia.
