La ocupación rozó el 100% el sábado, pero cayó el domingo

photo_camera Un grupo de turistas, en la zona de As Burgas este domingo.
Las reservas de última hora y el turismo de “burbuja”, principales cambios de hábitos tras la pandemia

El puente de las Letras Galegas, el primero tras el fin del estado de alarma, dejó en general un buen sabor de boca entre el sector hotelero de la provincia. Si bien el domingo la ocupación fue peor de la esperado, el sábado cumplió las expectativas e incluso las superó, con hoteles al 100% en la ciudad y balnearios al 70%. Las reservas de última hora y el turismo de tipo “burbuja” (parejas o familias, en lugar de grupos) son los principales cambios de hábitos derivados de la pandemia.

El hotel Altiana, en el centro de la ciudad, colgó el cartel de “completo” el sábado. “Axudou o tempo e nótase que a xente ten ganas de saír, o malo é que todo o mundo pregunta polas termas… Non se entende que as teñan pechadas”, apuntan. La falta de oferta termal provocó largas colas durante todo el puente en el recinto privado de Outariz, y muchos visitantes se quedaron sin poder acceder al interior. “A xente marcha á Ribeira Sacra, Allariz, Ribadavia…, pero na cidade tes que dar máis, se non, acabarán por quedarse noutro lugar”, señalan desde Altiana. Vicky Novelle, del hotel Novo Cándido, también destaca la afluencia del sábado, pero reconoce que tanto viernes como domingo fueron “regulares”. “El sábado había un montón de gente, y creo que todos estábamos casi llenos”, apunta. Caldaria cumplió las expectativas, con un 70% de habitaciones ocupadas durante los tres días.

Pese a la elevada ocupación general, también hubo quien apenas notó la llegada de turistas. “Aquí non notamos nada, o sábado un pouco, pero xa entre semana sen cambios”, apuntan desde el San Rosendo, donde sus clientes siguen siendo trabajadores desplazados, en la línea de los últimos meses. “A ver se a cousa remonta de cara ao verán”, añaden.

Cambios

La guía turística Rosa Dorado reconoce que el movimiento fue “menor” del esperado si hiciese buen tiempo. “É certo que había máis movemento, pero na cidade segue habendo pouquiña xente, nótase máis nas vilas”, apunta. Dorado destaca la tendencia de visitar villas y espacios al aire libre, así como la poca contratación de visitas. “O virus cambionous máis os hábitos do que pensabamos”, añade.

La hostelería notó una mayor afluencia y superó las expectativas

El sector hostelero también notó una mayor afluencia durante el puente de las Letras. “A verdade é que se notou, aínda que moita xente aproveitou para saír de viaxe, sobre todo a Portugal”, explica Alberto Rúa, presidente de la asociación de hosteleros de Xinzo. Los negocios de la villa notaron la llegada de visitantes de Madrid, por coincidir con el festivo de San Isidro. “Veu moita xente que vive alí pero é de aquí”, apunta. Rúa reconoce que “ogallá” el horario de la hostelería fuese más amplio, pero también apuesta por la cautela: “Mellor manterse así uns meses máis que volver para atrás, non hai que precipitarse”.

En la ciudad, el punto de vista es similar. Las noches del viernes, sábado y domingo fueron un éxito, sobre todo en la zona del Casco Histórico. “O balance é bastante positivo, e agora agradécese máis que nunca que haxa clientela, despois de todos estos meses”, explican desde Tapa Negra. El restaurante Umami también gozó de una elevada ocupación, sobre todo, en horario nocturno.

Las próximas semanas son clave para el sector, que espera recuperar poco a poco cierta normalidad. La mayor preocupación es que la situación epidemiológica empeore y vuelva a obligar a Sanidade a imponer restricciones elevadas. “Xa había ganas de traballar ben”, asegura Rúa.

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