La jornada se dedica al Domingo de misiones, en la que en 2007 se recaudaron 288.928 euros

Ourense cuenta con 228 religiosos misioneros en el mundo, 72 menos que hace cinco años

Antonio Serrano, misionero religioso javieriano. (Foto: Miguel Ángel)
La Diócesis ourensana tiene en la actualidad un total de 228 misioneros religiosos propagando la fe y realizando obras sociales en diferentes países de América Latina (196), Africa (20), Asia (5) y Europa (7), 72 menos que hace cinco años. En la jornada de hoy se celebra el Domingo Mundial (Domund) de las misiones con el lema ‘Como Pablo misionero por vocación’, cuyo fin es recaudar fondos. Sólo el año pasado los fieles de la provincia destinaron a este fin 288.928,80 euros, 15.000 más que en 2006.
Un total de 228 misioneros ourensanos -72 menos que hace cinco años- están realizando obras sociales por el mundo, labor a la que los fieles de la provincia destinaron el pasado año 288.928,80 euros a través del Domingo Mundial (Domund) de las misiones que hoy se celebra con el lema ‘Como Pablo misionero por vocación’.

Según la secretaria de la Delegación de Misiones de Ourense, Josefa Ledo, ‘cada vez hay menos vocaciones religiosas y los misioneros que quedan se hacen mayores y fallecen en la propia misión’. Hace 30 años la Diócesis llegó a contabilizar hasta 350 trabajando en el mundo.

Además, hoy la Diócesis de Ourense tampoco cuenta con misioneros laicos, porque ‘es muy difícil compatibilizar esta labor con la familia’, explica Josefa Ledo. Sin embargo, afirma que son muchos los que colaboran con los más desfavorecidos mediante diferentes acciones desde la provincia.

En cuanto al perfil del misionero ourensano, predominan las religiosas (136) frente a los religiosos (73) y sacerdotes diocesanos (18). Su destino mayoritario es América Latina, donde hay 196, preferentemente con misión en Venezuela (45), Perú (28), Argentina (25) y Brasil (21). Africa cuenta con 20. Asia sólo tiene cinco (distribuidos en Japón, India e Israel) y Europa, siete (en Alemania, Francia, Italia, Portugal e Inglaterra).

Mientras, las obras sociales se multiplican y las ayudas experimentan un incremento importante, al haber recaudado 15.000 euros más para este fin el último año. Josefa Ledo destaca que Ourense es una de las provincias que más contribuye con las misiones, al lado del País Vasco y Burgos. Un año más, la delegación ourensana ha realizado la campaña del Domund con el objetivo de iniciar a los fieles en el compromiso de la misión, suscitar la vocación misionera y recaudar fondos. No obstante, la Diócesis tabaja durante todo el año con este fin, a través de las campañas de la ‘Infancia misionera’ (festivales de la Canción Misionera) y del ‘Clero nativo’, que el pasado año recaudaron 23.293,78 y 110.934,88 euros.


Antonio Serrano: ‘Todos los bautizados somos misioneros’

La Delegación de Misiones ha contado este año con Antonio Serrano, que ofrece su testimonio en Ourense como misionero javeriano.

A sus 42 años, ha participado en dos misiones. ¿En qué momento sintió la vocación?

Soy de familia cristiana. Mi madre murió cuando yo tenía siete años y estando en el colegio (soy de Ordizia, en Donosti) vinieron unos misioneros para hablarnos de un mundo mejor y de personas comprometidas. Después, cuando cumplí 15 años, mi padre también murió con mucha fe. En ese momento de crisis sólo quedó Dios. Lo primero que sentí fue la misión, soñar con un mundo mejor y llevar lo mejor de la fe, que es Jesús, por el mundo. De hecho, estudié Teología en Madrid y Noviciado en Italia, pero antes de ordenarme sacerdote, fui a la misión a Colombia.

¿Qué le aportó la misión?

Estuve dos años en la periferia de Cali. Mi primera misión fue mi primer amor. Allí comprobé que a pesar de la pobreza material del pueblo y del sufrimiento, la gente sabe compartir lo que tiene y vivir con alegría.

¿Por qué regresó a España?

Para terminar mi formación. Me hice misionero javeriano, me ordené diácono e hice la licenciatura en Teología Pastoral. A los cuatro años fui a Francia a estudiar idiomas para ir a Chad.

¿Por qué cambió de destino?

Aunque yo quería volver a Colombia, me dijeron que era bueno conocer otra realidad para así crecer y ampliar los horizontes. Chad es uno de los países más pobres del planeta. Los primeros misioneros llegaron allí hace ahora 55 años. Para ellos el Evangelio es una novedad y aunque son menos afectuosos que los colombianos también comparten y reciben extraordinariamente bien al forastero. Daba la impresión de que esperaban el evangelio.

En 2004 regresó a España. ¿Por dónde pasa su futuro?

Ante todo soy misionero y lo sigo siendo desde aquí, donde también hacemos mucha falta. Dentro de cinco o seis años volveré a la misión, donde más necesidad haya de misioneros.

¿Cuál es su mensaje con motivo del Domund?

Este año el lema es ‘Como Pablo misionero por vocación’. Todos los bautizados somos misioneros, no sólo los que están en misiones, sino también los que están aquí y nos acompañan y viven la misión con un estilo de vida austero y solidario. Lo hacemos con gusto y no queremos regresar. Lo deberíamos sentir todos los bautizados.

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