El turismo, llamado a convertirse en un revulsivo económico con el AVE, precisa nuevos servicios
Tras vivir demasiados años de espaldas al río, Ourense comenzó a descubrir a finales del siglo XX las riquezas no solo naturales, sino económicas que el Miño puede ofrecer a la ciudad. Con un auténtico tesoro además bajo tierra, todos esos manantiales de agua termal, Ourense ha soñado en demasiadas ocasiones con el desarrollo de As Burgas o de las orillas del río para instalar allí una larga lista de servicios y dotaciones, pero el despertar ha sido amargo, ya que distintos avatares han dado al traste con los planes de las diferentes administraciones.
Además, Ourense no ha podido librarse de alguna que otra pesadilla, la última todavía reciente con el trágico incendio que redujo a cenizas uno de los dos complejos termales que se pueden ofrecer a los vecinos y turistas, el de A Chavasqueira.
Quizá sea a partir de la reconstrucción de esas instalaciones, un proceso en marcha a la espera de la tramitación de los diferentes permisos, en la que el Concello ponga la base para convertir en hechos todas las palabras de los últimos lustros en materia de termalismo, máxime cuando en el mandato que está a punto de arrancar contará con el revulsivo que supondrá la llegada del AVE, que dejará Madrid a poco más de dos horas de trayecto.
As Burgas, emblema
Siendo como es Ourense la ciudad de As Burgas, nada urge más que poner en valor este emblemático espacio. Con un solar tomado ahora por la maleza y con edificaciones en ruina como la antigua cárcel pidiendo una actuación a gritos, la administración tiene ya un estudio de los caudales sobre el que trabajar, al asegurar este que la capacidad sería suficiente para acoger un balneario o una instalación termal.
Muy cerca, el complejo arquitectónico tiene la piscina en funcionamiento, pero no los apartamentos turísticos, la cafetería o la oficina de información. Adaptar el modelo para sacar a concurso la gestión integral del ámbito es otro procedimiento en marcha que debe concluirse.
Oportunidad en el Miño
Sin embargo, hay termalismo más allá de As Burgas. En el margen derecho del Miño, además del recinto privado de A Chavasqueira, el final de la concesión administrativa del matadero ha abierto de pleno la puerta para ubicar en esta instalación, tal y como contempla el Plan Xeral de Ordenación Municipal en marcha, un gran hotel-balneario. Además, si el Gobierno central cumple su promesa de ejecutar desde este año la circunvalación norte, la actual vía de acceso a la ciudad quedará liberada para que el Concello pueda acometer el anhelado bulevar termal hasta Outariz.
Esa infraestructura debe servir para poner en condiciones unos accesos a los recursos termales junto al Miño que no están a la altura de lo que deberían ser. Para ello, el Concello contará también con una importante inyección económica de la entidad Red.es, que permitirá llevar adelante un plan dotado con tres millones de euros destinado a potenciar un turismo inteligente.
El nuevo camping de Untes, un proyecto solo pendiente de ejecución material: cerrado desde hace años por los problemas de la empresa que lo gestionaba, el camping de Untes espera por una segunda oportunidad que le permita ser un atractivo más para los visitantes que lleguen a la ciudad.
El actual gobierno en funciones logró redactar un proyecto para renovar las instalaciones y está en marcha la petición de permisos para, una vez obtenidos, proceder a su ejecución material.
Las plazas de abastos, dotaciones con capacidad para dinamizar la ciudad: las plazas de abastos, una pendiente de poner en marcha su reforma y otra vacía a la espera de encontrar un modelo viable, son otra oportunidad que tiene Ourense para ganar atractivos turísticos.
Otras ciudades han optado por adaptar los mercados tradicionales ofreciendo en ellas un "gancho" para los visitantes sin perder el aroma que les hace características. La Plaza de A Ponte suma ya cuatro años y medio sin uso.