Policías locales urgen al Concello la dotación del sistema de detección de drogas al volante, por el incremento de casos, mientras Tráfico demanda radares para contener la velocidad
Ourense es la única ciudad de Galicia que no cuenta con el sistema de detección de drogas al volante, "drogotest". Sin embargo, la conducción bajo el efecto de sustancias estupefacientes ocupa el tercer lugar en la lista de causas de sanción y retirada de puntos en la provincia, después del exceso de velocidad y alcohol. De hecho, el año pasado Tráfico retiró 3.400 puntos de carné por este motivo, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Hasta la fecha, las pruebas para detectar drogas a conductores sólo se están realizando en carreteras convencionales, pero ya hay voces que piden que se lleven a al entramado urbano. Y es que la dotación del "drogotest" -similar al alcoholímetro- a la Policía Local por parte del Concello es una vieja reclamación del SPPME, el sindicato mayoritario del cuerpo policial, desde el que explican que "se trata de garantizar la seguridad vial de los ciudadanos". Los agentes reprochan al gobierno municipal (PP) la "falta de voluntad" en esta materia, "cuando en la última edición del curso Conducción y Drogas -en octubre de 2015- el alcalde adelantó que empezab a haber gestiones para intentar equipar de estos medios a la Policía Local", añaden.
Precisamente, desde el Consistorio, la edil responsable de Tráfico, Flora Moure, explica que el "drogotest" está previsto que se incluya en el nuevo presupuesto, que todavía está pendiente de aprobación. Con todo, mantiene la concelleira que "ya hemos tenido contacto con varias empresas para la gestión del servicio y se han estudiado varias ofertas". En la otra punta del hilo, los agentes se muestran disconformes, "porque el gasto que pueda acarrear el sistema, no es tan elevado como para tener que ser aprobado un presupuesto y sacar a concurso la gestión". En esa línea, añaden que "el hecho de minimizar el peligro en las calles debería ser suficiente motivo poder realizar esta inversión". Los agentes reconocen sentirse "frustrados" cuando un conductor no da positivo en un control de alcoholemia, "pero ves que conduce drogado y tienes que indicarle que continúe su marcha".
Control de velocidad
La falta del "narco-test" no es la única asignatura pendiente del Concello en materia de tráfico. El escaso control de velocidad también suscita el malestar de la Policía Local. De hecho, Ourense es la única capital de provincia de España que no dispone de sistema de radares -fijos o móvil-. Fue éste uno de los temas más urgentes para la Mesa da Mobilidade, después de la oleada de atropellos registrada en la ciudad durante este invierno, pero parece haber caído en saco roto. Y es que, en lo que va de año, el radar móvil -propiedad de la DGT- todavía no ha salido a la calle.
Precisamente, desde el organismo instan al Concello a instalar radares en las calles más conflictivas, como son las principales vías de entrada y salida de la ciudad. El paso inferior de la N-525, a la altura de O Couto, "registra muchos accidentes, por lo que la prevención pasaría por la instalación de un radar fijo", según el jefe provincial, David Llorente. n
