El Seminario de Buenas Prácticas del proyecto europeo B2N (Business to Nature) reunió ayer en Lobios a técnicos del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, a empresarios locales, a expertos en Turismo y a gestores vinculados a los dos organismos de la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal (Inorde y Asociación de Desarrollo Regional del Alto Támega).
El proyecto B2N vincula a nueve socios de siete países: Polonia, España, Eslovenia, Italia, Francia, Reino Unido y Portugal. El único representante español es el Inorde, que asumió la organización del Seminario de Buenas Prácticas en el que se debatió sobre la situación actual del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, sobre los modelos de negocio actuales y potenciales, así como sobre las condiciones necesarias para compatibilizar la actividad empresarial y el rendimiento económico con la sostenibilidad medioambiental.
El gerente del Inorde, José Manuel Rodríguez, resaltó que el proyecto B2N posibilita la transferencia de conocimiento entre países y contribuye a diseñar las políticas regionales más eficientes para la implantación de pymes y microempresas en espacios naturales protegidos. 'La actividad empresarial no sólo no afecta a los Parques Naturales, sino que las empresas pueden potenciar las áreas naturales', resaltó.
Lidia Blanco Cerradelo, profesora de la Universidad de Vigo, defendió que las empresas rurales sostenibles que apuestan por instalarse en los espacios naturales protegidos cuenten con sistemas de certificación o ecoetiquetas a la hora de ofertar sus productos y servicios.
El gerente del Inorde, José Manuel Rodríguez, resaltó que el proyecto B2N posibilita la transferencia de conocimiento entre países y contribuye a diseñar las políticas regionales más eficientes para la implantación de pymes y microempresas en espacios naturales protegidos. 'La actividad empresarial no sólo no afecta a los Parques Naturales, sino que las empresas pueden potenciar las áreas naturales', resaltó.
Lidia Blanco Cerradelo, profesora de la Universidad de Vigo, defendió que las empresas rurales sostenibles que apuestan por instalarse en los espacios naturales protegidos cuenten con sistemas de certificación o ecoetiquetas a la hora de ofertar sus productos y servicios.
