Dos niñas, Alicia y Zoe, fueron las primeras en cortar una racha de casi 48 horas en las que la provincia estuvo sin nacimientos en 2017
Los dos primeros ourensanos de 2017 fueron niñas, Alicia y Zoe. Tras 47 horas de espera por el primer bebé del año, el 2 de enero a las 23,05 horas nacía Alicia, que pesó 3,530 kilogramos. Poco después nacía Zoe, a las 00,50 horas del día 3, y pesó 2,890 kilogramos. A partir de ese momento, los ingresos se sucedieron en el CHUO hasta alcanzar la cifra de cinco niñas y dos niños. Total: un nacimiento el día 2 y seis al día siguiente.
A la vista de los datos, si la tendencia se confirmase, se invertiría la proporción entre sexos ya que en los últimos 10 años nacieron en Ourense más niños que niñas. En lo relativo a la media anual de partos de los últimos 10 años, que fue de 4,5 diarios, quedó pulverizada ayer con los siete alumbramientos al cierre de esta edición.
Por otra parte, el incremento de la edad de las madres que acuden al CHUO para tener sus hijos, quedó evidenciado con los seis partos registrados de tres mujeres de 33 años y otras tres de 38.
Si el día 1 saltó la alarma del descenso de natalidad, el día 2 se corroboraba lo expresado por el jefe de Ginecología del CHUO, Jose Luis Doval, que advierte del cambio sociológico en la provincia, con el incremento de la edad media de las mujeres que deciden tener hijos. Los embarazos calificados de "alto riesgo", que exigen más atención médica y requieren más servicios sanitarios, aumentaron sensiblemente.
