¿Qué pasa ahora con Jácome?

30.04.15.OURENSE.AUDITORIO.FORO.ELECCIONS.GONZALO.PEREZ.JACOME.DEMOCRACIA.ORENSANA.
photo_camera Gonzalo Jácome, ¿oposición o salida del Concello?

"Si no soy alcalde dimitiré", prometió en repetidas ocasiones el mismo líder de DO que ahora avanza que se queda en el Consistorio hasta que pueda articular una moción de censura contra Jesús Vázquez

A diferencia del Everest, los votantes son una montaña que decide por sí sola, y si estos no nos diesen los suficientes apoyos para gobernar, entonces ¿qué pinto yo aquí?".

Con un extraño símil Gonzalo Pérez Jácome marcaba a principios del 2015 en letras mayúsculas su futuro: si tras las municipales los de Democracia Ourensana no conseguían la alcaldía de la ciudad, su tiempo en la política local "habría tocado a su fin". El órdago llegó en un primer momento vía redes sociales y web del partido, pero sería repetido a lo largo de los meses por un Jácome que se agarraba a él como un mantra, durante la precampaña, ya en la carrera electoral y también tras conocer los resultados del 24 de mayo. A medio camino entre el quejido y la amenaza: "Si no soy alcalde, me voy".

Esta promesa, pese a ser matizada posteriormente (aclaró que se "conformaría" con repartirse la alcaldía en un pacto salomónico), ha sido con la que ha trabajado tras las elecciones un líder de DO que, para intentar tomar ese deseado bastón de mando, tocó todas las puertas: "Si yo soy alcalde da igual pactar con el PP, con el PSOE ou co demo", reconocía en una entrevista. Pero para ninguna de esas cancillas encontró la llave el cabeza de lista del partido ourensano. El calendario apretaba, y tras negarse Barquero a sentarse en la mesa de negociar, llegó incluso a mandar un fax a la dirección del PSdeG.

Sin respuesta de Besteiro y sin cambios en la partida aterrizamos en la previa de la investidura. Acentuando el carácter de partida de póker, y asumiendo que los representantes de PP, PSOE y OUeC se votarían a sí mismos, en el aire quedaba ese requiebro que el líder de Democracia Ourensana venía anunciando a media voz. Un movimiento envenenado que pasaría por votar a Barquero en la investidura, y que sería parte de una estrategia "que dejaría al PP descolocado", según se felicitaba el propio Jácome.

Pero finalmente, ese último regate también quedaría guardado en el cajón, tras emitir su partido un comunicado el jueves pasado anunciando que sus representantes votarían en el pleno a su cabeza de lista, "despejando así cualquier tipo de especulación".

Que los tres primeros votos en el recuento para la investidura fuesen para Barquero tensionó músculos. Pero los de Jácome cumplieron lo anunciado y las matemáticas reinaron: Jesús Vázquez regidor en minoría y Democracia Ourensana conformada como el principal grupo de la oposición y con la duda de quien la liderará en el Consistorio, tras esa retahíla de promesas de un Jácome que incluso, ya casi sin margen de maniobra, se volvía a reafirmar en su postura en otro medio: "O César o nada".


Crecimiento estéril

El panorama no deja ahora mucho margen al cabeza de lista de DO, al que, visto lo visto, el crecimiento electoral que le llevó de 2 a 8 concejales se ha significado estéril. Sus cartas parecían buenas, pero ninguno de los otros partidos ha comprado sus ofertas de pacto y Jácome vuelve al 2011, de nuevo relegado a un rol de opositor, con otro como César de la ciudad y su futuro en el Concello oscurecido por sus propias palabras.

"Sé que mucha gente piensa que me pillé los dedos prometiendo eso, pero todo forma parte de mi jugada maestra", meditaba en La Región tras el 24-M acerca de un futuro en el que, si las cosas no salían como él deseaba, apuntaba a coger un billete de tren a Santiago: "Si no soy alcalde, será porque los otros (PP y PSdeG), han hecho un pacto antinatural que los matará dentro de un año. Yo saltaría a la Xunta y aquí se quedaría Ojea, que es un genio haciendo oposición, igual o mejor que yo".

Su camino parece escrito una y mil veces. Pero este sábado,Jácome ya avanzó que se quedará en el Concello hasta que pueda articular una moción de censura contra el nuevo regidor. De momento, parece que la Xunta puede esperar.

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