El tramo del paseo fluvial del Loña, entre el puente romano y Mende, está prácticamente finalizado, aunque posiblemente no sea abierto al tránsito de los peatones hasta después del periodo navideño. El proyecto se enmarca en una actuación destinada a acondicionar y poner en valor las orillas del río Loña, financiado con cargo al Fondo Estatal de Sostenibilidad Local.
La construcción de este tramo se retrasó debido a que la Confederación Hidrográfica no concedió los necesarios permisos hasta el pasado mes de noviembre, según señalaban ayer desde la Concejalía de Medio Ambiente.
Este tramo del paseo, cuyo presupuesto supera los 347.000 euros, se caracteriza por conservar su carácter ambiental, respetando las orillas del río.
El Concello encargó ya en su día un proyecto para continuar el paseo hasta el embalse de Castadón y el castro de Santomé. Aunque continuará esta zona verde, el nuevo tramo tendrá un concepto más histórico y patrimonial, fomentando su conexión con la ciudad. Será una senda periurbana, al estilo de la acondicionada en la margen derecha del Miño, que comunica la zona termal de Outariz con la localidad de Untes.
Este tramo del paseo, cuyo presupuesto supera los 347.000 euros, se caracteriza por conservar su carácter ambiental, respetando las orillas del río.
El Concello encargó ya en su día un proyecto para continuar el paseo hasta el embalse de Castadón y el castro de Santomé. Aunque continuará esta zona verde, el nuevo tramo tendrá un concepto más histórico y patrimonial, fomentando su conexión con la ciudad. Será una senda periurbana, al estilo de la acondicionada en la margen derecha del Miño, que comunica la zona termal de Outariz con la localidad de Untes.
