El "brochazo" del Concello de Ourense altera una decena de fachadas en el Casco Vello

El Concello de Ourense utilizó la misma pintura que usan los vándalos para tapar pintadas en el Casco Vello de la ciudad. Los grafitis pasan a estar cubiertos por una imagen igual de triste

Un viandante se echa las manos a la cabeza al comprobar que el edificio de piedra aledaño al Museo Municipal tiene dos bloques enormes pintados de gris. En la propia rúa Lepanto, uno de los puntos negros de los trabajos de repintado del Concello de Ourense, todavía había barniz fresco en la mañana de ayer. Un hostelero se agarró a un canalón y acabó con la mano negra. El efecto de la pintura plástica -la misma que usan los vándalos- que empleó días atrás una brigada municipal para tapar los grafitis en una zona protegida por Patrimonio se deja ver en, al menos, 14 fachadas de edificios de Vinos y una docena de puertas. 

Pero la chapuza no es lo único visible de esta actuación. El alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, no negó ayer que el ayuntamiento cubriese las pintadas del Casco Vello sin avisar a los propietarios, como denunciaron los vecinos. “Es increíble que si a alguien le hacen pintadas e intentamos arreglarlo, vengan diciendo que necesitamos permiso”. Y añadió en lo concerniente a este punto: “Que yo sepa, se hizo según la ley”. 

En todo caso, si el Concello actuó sin consentimiento de los propietarios está incumpliendo la Lei do Solo, la misma que obliga a los dueños a mantener a raya sus edificios. Si no cumplen, el ayuntamiento puede actuar y abonarles los costes, pero con un proyecto avalado por los cauces correctos. Ourense tiene una oficina de rehabilitación del Casco Viejo (el PERI), que no ha ofrecido ningún tipo de autorización para estos trabajos. “Estamos intentando adecentar el Casco Viejo. Estaba lleno de pintadas. El BNG y el PP dicen que las estamos sacando muy mal. A lo mejor, lo que hay que hacer es volver a poner las pintadas originales del vandalismo”, señaló el regidor. 

Pintura de vándalo

Lo cierto es que el material empleado, pintura plástica, es el mismo que compran los vándalos grafiteros para actuar sobre el Casco Histórico. Es una pintura que no es adecuada para zonas protegidas por Patrimonio como esta. Los centros históricos radicados en la comunidad gallega admiten, en general, pinturas al silicato o pinturas a la cal. “No se debe emplear pintura plástica para este tipo de cometidos porque no deja transpirar la piedra, acumulando en su interior el vapor de agua. Puede producir condensaciones en el edificio”, explican desde la Asociación para a Defensa do Patrimonio de Galicia. El efecto sería como colocar un impermeable sobre el cuerpo: “Si llueve te protege, pero si hace sol te produce sudor interior”.

Un canalón recién pintado, ayer. (FOTOS: ÓSCAR PINAL)
Un canalón recién pintado, ayer. (FOTOS: ÓSCAR PINAL)

Además del efecto negativo de emplear pintura plástica, los costes de reparar estos trabajos pueden llegar a ser cuantiosos. Una fachada como la de Hernán Cortés, que además tiene protección especial dentro del Casco Histórico, requiere entre 800 y 1.000 euros para eliminar cada “brochazo”, según los expertos. Son al menos 14 los edificios afectados. El Concello de Ourense podría gastarse, según estos cálculos, más de 10.000 euros en eliminar la pintura plástica de las fachadas. Adecentarlas después con material adecuado será otro coste. Además, los propietarios van a pedir explicaciones al Concello. Una comunidad de vecinos de Hernán Cortés enviará por registro municipal su queja.

Lepanto, Lúa y Hernán Cortés son los puntos calientes del repintado

Los puntos calientes del repintado del Concello de Ourense en fachadas del Casco Histórico están, principalmente, en las calles de tapeo. La rúa Lepanto, donde se ubica el Museo Municipal, es una de las más afectadas. La ruta continúa por la rúa da Lúa, donde dos enormes “brochazos” blancos afean un edificio de piedra. También hay fachadas pintadas con pintura plástica en las calles Pizarro, Hernán Cortés y Dos de maio. Además, hay otro tipo de mobiliario urbano afectado: puertas y canalones. En algunos casos, la pintura de las puertas sobresale de ellas y afecta a la piedra del portal.

“Brochazo” en un edificio de piedra. FOTO: ÓSCAR PINAL
“Brochazo” en un edificio de piedra. FOTO: ÓSCAR PINAL

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