Después de años de funcionamiento ininterrumpido de las cinco líneas de autobús que comunicaban el municipio de Pereiro de Aguiar con la ciudad, el Concello ha decidido suprimir el servicio. El descenso de viajeros registrado en los últimos meses, unido al coste 'inasumible' que este transporte suponía para las arcas municipales han determinado la decisión. 'Estivemos aguantando e sopesamos moito a supresión da liña de autobús, pero no que vai de ano levamos gastados máis de 120.000 euros neste servizo', lamenta Manuel Doval, concelleiro de Urbanismo de Pereiro de Aguiar.
La medida no afectará a la línea de autobús que pasa por el centro de salud, aunque sí a su frecuencia, que se reducirá a tan sólo tres días por semana. A pesar de todo, los vecinos ya han mostrado su rechazo a la supresión de la línea porque consideran que quedarán 'incomunicados', apunta Teresa Torres, de la asociación de vecinos. 'Los trastornos serán mayores en septiembre, cuando los padres que tienen niños estudiando en colegios de la ciudad no tengan como llevarlos', explica Torres.
La dilatada paralización del Plan de Transporte Metropolitano subyace tras la decisión del Concello, que asegura haber esperado a su desbloqueo 'ata que a falta de ingresos nos levou a tomar esta drástica medida', indica Doval. Para el concelleiro es 'lamentable que non se poña en marcha o transporte metropolitano, dame igual como, pero por responsabilidade política cos cidadáns debemos buscar solucións. Chegou o momento de que ámbalas dúas administracións (Concello de Ourense y Xunta) se poñan dacordo'.
Los alcaldes de Barbadás, San Cibrao das Viñas, Amoeiro o Toén se posicionan en este mismo sentido y vinculan la supervivencia de sus concellos a la puesta en marcha de un plan que lleva alrededor de una década enquistado. Las diferencias entre las dos administraciones se deben, principalmente, a la instalación de los intercambiadores. Desde el Concello de Ourense abogan por colocarlos fuera del centro urbano, intentando evitar los atascos de tantos autobuses por las calles más concurridas y salvaguardar la concesión de su autobús urbano, mientras la Xunta defiende que el servicio pueda dejar y coger pasajeros en lugares similares a donde lo hacen los urbanos. La nueva concelleira socialista de Mobilidade, Susana Bayo, mantiene que será una prioridad para este mandato renegociar con la Xunta un acuerdo.
En estos momentos, el único Concello limítrofe que mantiene líneas de autobús con la ciudad es Barbadás. A pesar de ello, el alcalde, José Manuel Freire cifra las pérdidas de este servicio en 300.000 euros anuales. 'Para nós é un gasto elevadísimo que nos aforrariamos se estivese en marcha o transporte metropolitano, pero tentaremos non suprimilo ata que o orzamento aguante'.
El alcalde de Amoeiro, Rafael Rodríguez, no esconde su resignación ante la involución de las negociaciones: 'Todo o mundo o quere, pero ninguén amosa unha vontade clara para acadalo'. Para Rodríguez no tiene sentido que los concellos limítrofes se consideren 'zona de influencia', si la gente que se desplaza habitualmente a la urbe tiene que hacerlo en su propio vehículo o en un taxi. A pesar de la desazón, el alcalde de Amoeiro indica que su empeño para desbloquear el plan sigue intacto y se muestra dispuesto a aceptar que los trasbordos se realicen sin entrar al centro.
La dilatada paralización del Plan de Transporte Metropolitano subyace tras la decisión del Concello, que asegura haber esperado a su desbloqueo 'ata que a falta de ingresos nos levou a tomar esta drástica medida', indica Doval. Para el concelleiro es 'lamentable que non se poña en marcha o transporte metropolitano, dame igual como, pero por responsabilidade política cos cidadáns debemos buscar solucións. Chegou o momento de que ámbalas dúas administracións (Concello de Ourense y Xunta) se poñan dacordo'.
Los alcaldes de Barbadás, San Cibrao das Viñas, Amoeiro o Toén se posicionan en este mismo sentido y vinculan la supervivencia de sus concellos a la puesta en marcha de un plan que lleva alrededor de una década enquistado. Las diferencias entre las dos administraciones se deben, principalmente, a la instalación de los intercambiadores. Desde el Concello de Ourense abogan por colocarlos fuera del centro urbano, intentando evitar los atascos de tantos autobuses por las calles más concurridas y salvaguardar la concesión de su autobús urbano, mientras la Xunta defiende que el servicio pueda dejar y coger pasajeros en lugares similares a donde lo hacen los urbanos. La nueva concelleira socialista de Mobilidade, Susana Bayo, mantiene que será una prioridad para este mandato renegociar con la Xunta un acuerdo.
En estos momentos, el único Concello limítrofe que mantiene líneas de autobús con la ciudad es Barbadás. A pesar de ello, el alcalde, José Manuel Freire cifra las pérdidas de este servicio en 300.000 euros anuales. 'Para nós é un gasto elevadísimo que nos aforrariamos se estivese en marcha o transporte metropolitano, pero tentaremos non suprimilo ata que o orzamento aguante'.
El alcalde de Amoeiro, Rafael Rodríguez, no esconde su resignación ante la involución de las negociaciones: 'Todo o mundo o quere, pero ninguén amosa unha vontade clara para acadalo'. Para Rodríguez no tiene sentido que los concellos limítrofes se consideren 'zona de influencia', si la gente que se desplaza habitualmente a la urbe tiene que hacerlo en su propio vehículo o en un taxi. A pesar de la desazón, el alcalde de Amoeiro indica que su empeño para desbloquear el plan sigue intacto y se muestra dispuesto a aceptar que los trasbordos se realicen sin entrar al centro.
