Los trabajadores del Centro de Menores de Montealegre se sumaron a la campaña de presión que iniciaron los alumnos el pasado 25 de junio para que la Consellería de Traballo e Benestar Social no se lleve una perra, Dana, que convive con los internos desde hace siete años.
Los operarios registraron ayer un escrito en la delegación de la citada consellería, situada en la avenida de la Habana, solicitando la continuación del animal en las instalaciones 'xa que a día de hoxe é un importante estímulo na educación de menores internados no centro', aseguran textualmente.
Pero no es esta la única petición. Los trabajadores encabezan su escrito asegurando que no promovieron ni alentaron la campaña iniciada por los menores para lograr que la perra no se vaya del centro. 'É falso que calquer traballador teña algo que ver coa campaña', aseguran recalcando que las acusaciones que le lanzó la Xunta al respecto 'son insidias que máis nos tememos obedecen a un intento de negar a propia personalidade dos menores e a súa autonomía'.
Acto seguido se solidarizan con la postura de los menores para que Dana continúe en el centro al considerarla muy importante para la estancia de los jóvenes en las instalaciones.
Profesor de gimnasia
Los trabajadores entienden que la convivencia de la perra entre los menores nunca debió de suponer ningún problema, ni generar ningún conflicto. A su entender, en el Centro de Menores hay problemas mucho más importantes que resolver. El primero, según recoge el escrito que entregaron en la Xunta, es la falta de un monitor de gimnasia, cuya plaza lleva varios meses vacante, igual que la de conductor.
En la Consellería de Traballo declinaron ayer valorar el escrito y las peticiones de los trabajadores al considerar que el tema de la perra está zanjado.
Pero no es esta la única petición. Los trabajadores encabezan su escrito asegurando que no promovieron ni alentaron la campaña iniciada por los menores para lograr que la perra no se vaya del centro. 'É falso que calquer traballador teña algo que ver coa campaña', aseguran recalcando que las acusaciones que le lanzó la Xunta al respecto 'son insidias que máis nos tememos obedecen a un intento de negar a propia personalidade dos menores e a súa autonomía'.
Acto seguido se solidarizan con la postura de los menores para que Dana continúe en el centro al considerarla muy importante para la estancia de los jóvenes en las instalaciones.
Profesor de gimnasia
Los trabajadores entienden que la convivencia de la perra entre los menores nunca debió de suponer ningún problema, ni generar ningún conflicto. A su entender, en el Centro de Menores hay problemas mucho más importantes que resolver. El primero, según recoge el escrito que entregaron en la Xunta, es la falta de un monitor de gimnasia, cuya plaza lleva varios meses vacante, igual que la de conductor.
En la Consellería de Traballo declinaron ayer valorar el escrito y las peticiones de los trabajadores al considerar que el tema de la perra está zanjado.
