Los tres viaductos y el encuentro con el corredor de ancho mixto a los que nos hemos referido hasta ahora constituyen las obras visibles más significativas del tramo Túnel de Rante-Conexión Seixalbo. Pero hay otra, invisible a ojos de un paseante que recorra la futura plataforma en esos 2.260 metros, que no está exenta de complejidad. Se trata del paso sobre la vía de Zamora encima del túnel de Áspera, de 155 metros de longitud. Para ello se realiza un desmonte que reduce la cobertura de tierra sobre el túnel y en las operaciones de la misma podría alterar las tensiones existentes en el terreno. Para reforzar su seguridad se va a proceder a la realización de una serie de inyecciones mediante tubos con una mezcla de compuestos que garanticen la integridad del túnel y del terreno que lo cubre. Las inyecciones serán realizadas desde el interior del túnel creándole una especie de corona protectora, y también desde la parte superior, en superficie, para asegurar el terreno antes de iniciar la fase de explanación.
Áspera es el primero de los cuatro túneles existentes entre Taboadela y Ourense y al igual que los otros tres (Curuxeiras de 127 metros, Marquesa de 240 y San Francisco de 828), fue objeto de un tratamiento previo para su electrificación, mediante el rebaje de la plataforma y así tener gálibo suficiente para la instalación de la línea de 25.000 voltios y corriente alterna. En la misma operación se mejoró su impermeabilización y las medidas de seguridad. Tras el paso por encima de la línea de Zamora sobre el túnel, la variante va descendiendo por su derecha, (la izquierda en la fotografía de la boca norte) hasta adosarse prácticamente en paralelo en la recta final del tramo.
