José Manuel Baltar Blanco será investido hoy como presidente de la Diputación en un pleno extraordinario que centrará buena parte de la atención mediática y política en Galicia para conocer si las líneas maestras de los tres años y medio que faltan de mandato tendrán carácter continuista con la labor de su padre, José Luis Baltar, o si, por el contrario, supondrán un golpe de timón para aportar un aire de modernización, como ya recomendó este último tras su marcha.
Entre los asistentes previstos a la sesión figuran el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda; los titulares de Educación, Jesús Vázquez, y Medio Ambiente, Agustín Hernández; la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo; el portavoz del PP en la Cámara gallega, Pedro Puy, o los presidentes de las diputaciones de Pontevedra, Rafael Louzán, y A Coruña, Diego Calvo.
La ausencia más significativa la protagonizará el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Desde la oposición la consideran una muestra de 'fractura interna'. El portavoz de los socialistas, Ignacio Gómez, lamenta que esta 'división estámola sufrindo desde fai moito tempo e repercute negativamente na cidadanía, que ve como a Xunta nos castiga sen investir en Manzaneda ou nos campos de fútbol de herba artificial para os que comprometera pagar o 40% do seu custo e finalmente negouse'. El portavoz de los nacionalistas, Xoán Jardón, insiste en esta misma tesis y reclama a la Xunta que 'non sexa irracional e teña a mesma consideración con Ourense que co resto'.
El discurso de investidura de Baltar Blanco se producirá tras su toma de posesión como diputado y la posterior elección como presidente, únicos puntos del orden del día de este pleno 'exprés' presidido por Rosendo Luis Fernández. Tampoco habrá turno de réplica ni ruegos y preguntas, por lo que se calcula que su duración no excederá más allá de media hora.
Los diputados de la oposición se muestran cautos con sus reivindicaciones hasta que no se desvelen las principales incógnitas del discurso del nuevo presidente, aunque reconocen atisbos para el optimismo, como la preparación académica de Baltar Blanco, su experiencia parlamentaria y juventud. 'Espero que como xa dixo el mesmo, non herde a actitude presidencialista do seu pai e sepa delegar funcións nos deputados', apunta Gómez.
La ausencia más significativa la protagonizará el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Desde la oposición la consideran una muestra de 'fractura interna'. El portavoz de los socialistas, Ignacio Gómez, lamenta que esta 'división estámola sufrindo desde fai moito tempo e repercute negativamente na cidadanía, que ve como a Xunta nos castiga sen investir en Manzaneda ou nos campos de fútbol de herba artificial para os que comprometera pagar o 40% do seu custo e finalmente negouse'. El portavoz de los nacionalistas, Xoán Jardón, insiste en esta misma tesis y reclama a la Xunta que 'non sexa irracional e teña a mesma consideración con Ourense que co resto'.
El discurso de investidura de Baltar Blanco se producirá tras su toma de posesión como diputado y la posterior elección como presidente, únicos puntos del orden del día de este pleno 'exprés' presidido por Rosendo Luis Fernández. Tampoco habrá turno de réplica ni ruegos y preguntas, por lo que se calcula que su duración no excederá más allá de media hora.
Los diputados de la oposición se muestran cautos con sus reivindicaciones hasta que no se desvelen las principales incógnitas del discurso del nuevo presidente, aunque reconocen atisbos para el optimismo, como la preparación académica de Baltar Blanco, su experiencia parlamentaria y juventud. 'Espero que como xa dixo el mesmo, non herde a actitude presidencialista do seu pai e sepa delegar funcións nos deputados', apunta Gómez.
