Poco al margen de Tanxugueiras

Si te dejas llevar por la actualidad Si me dejo llevar por la actualidad, que debería, habría que hablar de Tanxugueiras para pontificar sobre el sentido del voto democrático y el de la democracia orgánica, es decir, la decisión que toma el jurado por sus órganos. Creí que las cosas tenían algo más de concurso con reglas claras, que todo se quedaba en una faena hecha a unas chicas que lo hicieron genial y a las que le hicieron una cacicada. Sin embargo, la cosa debió ser más seria porque leí que el BNG y Galicia en Común pedían explicaciones políticas, también en el seno de RTVE. Me pasó como a Arsenio Iglesias cuando reconoció que para él gol era cuando entraba el balón entre los tres palos de la portería hasta que leyó un artículo de Jorge Valdano teorizando sobre el gol, enfatizando la plástica de la acción, citando a los clásicos incluso. Pocas informaciones han tenido tanto impacto: me refiero a Tanxugueiras, no tanto al BNG o al zorro de Arteixo. Incluso superó a otro trending topic de la actualidad local, aquel titular que refería que el comercio “regala orgasmos” con motivo del San Valentín. Inteligente y pícaro gancho para provocar la lectura. Se trataba de que regalan tres Satisfyer para darse unas cuantas alegrías. Creí que había que tomarse este, y en general, todos los asuntos con cierta relatividad. Acostumbrados a que el periodismo sea plúmbeo y trascendente, lo que a la gente le interesa es la música de las tres chicas o cómo hay que hacer para entrar en el sorteo del juguete erótico. Hasta que me contaron que una usuaria, no ducha en el manejo del aparato, lo confundió con un inhalador para un broncodilatador y lo metió en la boca. Al accionarlo le saltaron los empastes. Necesitó asistencia y el asunto empuja en la crónica de sucesos, que es donde sale lo serio. Mientras el covid La muerte también es una cuestión estadística. La DGT dice que este año han muerto tantos menos o tantos más que el año pasado. Como si los fallecidos pasasen el trance varias veces. Fuesen y viniesen como las ánimas que iban a San Andrés de Teixido. Hacen el viaje para dar o quitar razones a los políticos del gobierno o de la oposición. Solo se moría de covid hasta que se empezó a morir de otra cosa, o de lo de antes. La estadística, que sigue siendo nuestro mejor diagnóstico, nos dice que mientras los periodistas seguimos monitorizando cada estornudo porque las autoridades sanitarias hasta en eso nos han embobado, resulta que la gente se sigue muriendo de cáncer, que ya es poco cool, una ordinariez si se me permite el sarcasmo, pero sin ofensa. Este periódico titulaba ayer así: El cáncer mató el año pasado a 1.147 ourensanos, con covid fallecieron 158. Es decir, mientras estábamos pendientes de la patología más mediática que se recuerda en un siglo, la muerte seguía haciendo su trabajo de la misma forma. Y decía, como Napoleón, “cuando el enemigo se equivoca, no le distraigas”. Ya lo pronosticó un empresario Las artes escénicas y la plástica no son dotes que adornen a los mamarrachos que emborronan la ciudad, como ha demostrado estos días el periódico. El patrimonio público y privado, las dotaciones monumentales y demás enseres sucumben víctimas de los garabatos. Mientras el alcalde Jácome estaba viendo autobuses en una ciudad francesa para observar lo que nunca será capaz de hacer aquí y dejó el maletín nuclear a Armando Ojea, el periódico recordaba lo feroz que era la imaginación del regidor en la oposición. Entonces tenía soluciones para acabar con las pintadas, pero una repentina amnesia le hizo olvidarse al llegar al poder. Entre suciedad, abandono y reyertas los fines de semana, la ciudad confirma que se está preparando adecuadamente para recibir como se merecen a los turistas que llegan en el tren de alta velocidad. “El AVE que nos han dicho que cuando llegase marcaría un antes y un después ya está aquí, y nadie nos ha dicho y ahora qué. Tanto tiempo esperándolo y ahora no estamos para recibirlo, como si nos cogiera por sorpresa. Y peor aún es que tampoco haya nadie para explicarlo. No es comprensible. Salvo que empecemos a admitir que el AVE, en realidad, ha llegado demasiado rápido para nuestra manera de vivir”. Ya lo pronosticó (y acertó) José Luis Suárez, presidente de Copasa, en una entrevista en este periódico. Al poner la lupa | Las joyerías pronto venderán gasolina Hasta un vecino mío que dice que para él nunca sube la gasolina porque le echa siempre 20 euros, empieza a quejarse. Ahora apenas le llega para ir al pueblo de al lado a echar la partida. Con el precio de los carburantes pasa como con el del tabaco. Se pronosticaba que si se ponía la cajetilla a tres euros nadie fumaría. Con el litro de gasolina a 1,50 todos los coches en el garaje y los camioneros levantados en armas, pensábamos. La escalada se mantiene y el gremio de joyerías ya reclama poder vender combustible, al precio que va. La movilidad se está convirtiendo en una ratonera, gasóleo y gasolina por las nubes para que todos nos fijemos en las energías pretendidamente alternativas. La publicidad nos empuja al vehículo eléctrico, como si la materia prima fuese regalada y los puntos de recarga, garantizados. Por si fuesen pocas las incertidumbres en el arranque del año, la energía sigue dándonos de lleno hasta dejarnos exahustos. Y sin blanca. El portafotos Manuel Jaime Cabezas Enríquez acaba de elevarse al menos un par de metros sobre el suelo. Es la consecuencia de la liberación que siente al apartar el peso que le oprimía estos últimos años por una denuncia de la exconcejala socialista Áurea Soto, que sospechó en el año 2014 cosas mal hechas por el exregidor y su concejal de Urbanismo entre 1997 y 2003. La sentencia absuelve al que fue alcalde del PP entre 1995 y 2007, le deja inmaculado. Fuera de todo esto, que no es cosa menor, que diría Rajoy, la pregunta es si Cabezas es aún un activo o un atractivo público o se quedará en los cuarteles de invierno mirando sus recuerdos y trofeos, esperando que le sigan yendo a ver a casa sus fieles, como hacían los monárquicos que visitaban en Estoril a Don Juan de Borbón en la época de la dictatura. De paso que le reconfortaban le daban esperanzas de una restitución en el poder. Dada la pobrísima nómina de representantes que jalonan el solar urbano, hay que prestar atención a futuros movimientos en la escena política local. El haz de luz gira hacia él y su silueta se adivina en el horizonte. De momento, la ciudad que hoy tenemos, la de las transformaciones en diferentes planos, es aún aquella del año 2007, cuando él se marchó.