Los trabajos de abastecimiento y renovación de aceras bloquean cuatro arterias neurálgicas del centro de Ourense

La Policía Local dedica cada día a 8 agentes a aliviar el tráfico en Progreso

Un policía local dirige el tráfico en la calle Progreso. (Foto: Miguel Ángel)
La humanización de las calles y la renovación de la red de abatecimiento es la cara de una moneda que siempre tiene una cruz: las obras. Las actuaciones que en la actualidad afectan a algunas de las principales arterias de la ciudad repercuten, además, en la fluidez del tráfico. Sin duda, un buen momento para aprender a dejar el coche en casa.
Más que cualquier campaña de sensibilización en favor del Medio Ambiente, si algo está contribuyendo a que los ourensanos se animen a dejar el coche en su casa son las obras. El acceso a Carrefour, la avenida de Zamora, las calles Progreso, Ervedelo y Ramón Puga son sólo algunas de las calles que en la actualidad cuelgan el cartel de 'precaución por obras'. Son también las que más repercusión tienen en el tráfico de la ciudad, en tanto que son viales principales de entrada y salida en el casco urbano.

Progreso es la arteria principal de la ciudad. Según los cálculos municipales, 1.000 vehículos recorren cada hora esta calle. El corte de dos carriles (en sentido centro ciudad) por los trabajos que están renovando la red de saneamiento y las aceras ocasiona 'problemas y retenciones, sobre todo en horas punta', señalan fuentes de la Policía Local.

Tanto es así que el cuerpo municipal destina entre seis y ocho agentes a controlar la circulación por este punto, que se vuelve mucho más caótico 'cuando llueve', señalan las mismas fuentes. Los cambios en la circulación incluyen la supresión de una parada de autobús, a la altura de las galerías Roma. A diferencia de lo que ha ocurrido con otras obras, varios carteles advierten a los conductores en distintos puntos de la ciudad (como la avenida de La Habana y el primer tramo de Progreso) de su existencia para que utilicen vías alternativas.
Quizás por este motivo, en estas primeras semanas de obras todavía no se han producido atascos como los que en su día originaron en Celso Emilio Ferreiro.

El conductor -o conductora- tendrá que armarse de una paciencia aún mayor si, desde Progreso, pretende desplazarse hacia Mariñamansa o la Residencia. Tanto en un lado como en el otro se topará con obras, que tienen como objetivo renovar las aceras y los servicios de abastecimiento . Los problemas ahí no son menores, sino que los conductores están más acostumbrados, dado que la avenida de Zamora es uno de los puntos donde el tráfico es más denso.

Retenciones puntuales en A Valenzá
Son los accesos a Carrefour los que más afectan a la circulación. Las obras mantienen cortados los carriles de circulación en sentido Madrid a la altura de O Fonsillón, lo que obliga a usar la A-52 desde el acceso centro a la OU-540 (carretera de Celanova) para desplazarse en esa dirección. Esta alternativa provoca retenciones puntuales en la glorieta de A Valenzá.

Te puede interesar