Los nueve procesados por tráfico de drogas que están siendo juzgados en la Audiencia provincial formaban, según la declaración de los policías que los investigaron, una banda perfectamente jerarquizada para la comercialización de heroína y cocaína en el barrio de Covadonga, 'el supermercado de la venta de droga en Ourense', en palabras de uno de los abogados defensores. La organización criminal, según los agentes, estaba comandada por Fidel González Nguyen, quien financiaba y transportaba la droga a la ciudad.
Los seguimientos comenzaron en abril de 2008 cuando agentes de la brigada de Seguridad Ciudadana detectaron 'trapicheo' en el segundo piso (derecha) del número cuatro de la calle Cibeles, en una vivienda ocupada por José Ramón Iglesias Conde. Según reconoció una de las policías que declaró en calidad de testigo del Ministerio Fiscal, 'de vez cuando subimos a Covadonga porque se sabe que hay trapicheo de drogas'. A tenor de su testimonio, los consumidores que interrogó la Policía aseguraban que 'habían adquirido droga en ese inmueble'. No obstante, alguno de ellos, en su declaración de ayer, se desdijo de lo manifestado hace tres años.
En la jornada de ayer, también compareció la expareja del presunto cabecilla, quien le dio coartada a la hora de echar abajo la tesis del fiscal, quien considera que puso a nombre de su excompañera parte de su patrimonio para ocultar los beneficios del negocio de la droga. La testigo llegó a decir que pudo adquirir los bienes por ella misma al cifrar sus ingresos como 'señorita de compañía' en 4.000 euros al mes. El juicio, que culmina hoy, también sienta en el banquillo a Carlos Prado Varela, Adrián González Pérez, David López Couceiro, Sheila González, Samuel Rivero, Iván Novoa y Francisco Javier Pedreira.
En la jornada de ayer, también compareció la expareja del presunto cabecilla, quien le dio coartada a la hora de echar abajo la tesis del fiscal, quien considera que puso a nombre de su excompañera parte de su patrimonio para ocultar los beneficios del negocio de la droga. La testigo llegó a decir que pudo adquirir los bienes por ella misma al cifrar sus ingresos como 'señorita de compañía' en 4.000 euros al mes. El juicio, que culmina hoy, también sienta en el banquillo a Carlos Prado Varela, Adrián González Pérez, David López Couceiro, Sheila González, Samuel Rivero, Iván Novoa y Francisco Javier Pedreira.
