El PSdeG podría ganar el quinto escaño con la emigración, mientras el BNG se estrella en la ciudad

El PP resiste pero su octavo diputado está en el aire

José Luis Baltar celebra la victoria del PP. (Foto: Rosa Veiga)
En Ourense, el PP se salva, de momento, al mantener el el octavo diputado, pero a expensas de que el voto emigrante le obligue a cederlo a los socialistas, dado el bajísimo margen por el que lo conserva. Pero el resultado ha sido suficiente para alcanzar la euforia, mientras el PSdeG se desalienta pese a haber incrementado su electorado y, posiblemente, un diputado más, el quinto. El BNG, que mantiene el tipo en la provincia, se estrella en la ciudad, lo que puede tener consecuencias en el grupo municipal.
La provincia mantiene de momento inamovible, a salvo de lo que decida el voto emigrante, el reparto de escaños pese a los propios pronósticos de las grandes formaciones políticas: 8, 4 y 2, para PP, PSdeG y BNG, respectivamente. El Partido Popular salva por ahora las maletas al mantener el difícil octavo diputado, aunque pierde votos con respecto a hace cuatro años. Claro que la conservación de ese preciado escaño, que consolidaría la mayoría absoluta del partido en Galicia, puede perderse con el recuento del voto emigrante, teniendo en cuenta que el PP ha logrado ese escaño por un escasísimo margen de votos, fácilmente traspasable al PSOE, que obtendría así el quinto. De producirse este hecho, la octava diputada del PP, Yolanda Díaz Lugilde, tendría que ceder su escaño a la socialista María Quintas, aunque ello no afectará a la mayoría absoluta en Galicia.

Pero hay otro dato significativo del resultado obtenido por el PP. Ha perdido más de 1.500 votos en la provincia (el gráfico ofrece una diferencia de 13 mil porque en el dato de 2005 está contabilizado el voto emigrante, lo que no ocurre ahora), lo que supone un descenso a modo de goteo que se produce en todas las confrontaciones autonómicas desde 1997 y que deberá mover a una reflexión en el seno del PP de Ourense, que lidera José Luis Baltar, quien, por cierto, no ha ocultado que la renovación en la dirección y estrategia del partido puede estar próxima. Con todo, la euforia se desató en el partido en Ourense, seguro de mantener la mayoría absoluta en Galicia aunque deba sacrificar el octavo escaño en beneficio del PSdeG.

El PSdeG

Los socialistas, mientras, no tienen aún el quinto escaño que se atribuían en las encuestas y se quedan con el resultado de entonces, pero a expensas de que el respaldo del voto emi grante les conceda el nuevo diputado, con el que recibirían un notable balón de oxígeno, más que imprescindible para la travesía por el desierto que espera al partido en Galicia y para paño de lágrimas de la lista ourensana.

El PSdeG, contrariamente al PP, sube alrededor de 2.273 votos (había logrado 61.892 hace cuatro años, sin contar el voto emigrante, con el que logró finalmente los 70.251 en 2005), casi los que perdió el PP, un resultado que, cuando menos, permite consolidar la opción socialista en la provincia.

Y el BNG repite, pues, los dos escaños de 2005 pero, como el PP, pierde mil votos, sin contar, tanto ahora como hace cuatro años, los sufragios de la emigración, con los que sumó entonces un total de 37.141 votos.

Por lo demás, la presencia de los partidos minoritarios no ha supuesto variación alguna de escaños, aunque puede confirmarse el partido de Rosa Díez como la cuarta fuerza política de la provincia, con 1.480 votos, por encima de Esquerda Unida (1.107 votos frente a 766 de hace cuatro años, una subida simbólica sin efectos sobre el reparto de poder), que hasta entonces ocupaba ese lugar. Más atrás, por debajo de los mil, se han quedado Democracia Ourensana, Pum+J, Terra Galega o la Unión Centrista Liberal.

SI FUESEN ELECCIONES MUNICIPALES


Los populares se quedarían a las puertas de la alcaldía

Si los comicios fuesen municipales en lugar de autonómicos, El alcalde seguiría siendo un socialista pero reforzado con más votos y con el respaldo, mucho más limitado, del BNG. El PP mantendría los 13 escaños que tiene actualmente, a uno de la mayoría absoluta, al ser insuficientes, debido al peso que lograría el PSdeG, los votos obte nidos para alcanzar el preciado concejal número 14.

De la extrapolación de resultados, lo más destacado sería el crecimiento socialista, que arrebataría dos escaños a los nacionalistas hasta situarse en ocho, dos más de los que tiene; el BNG ejemplificaría su derrota ofreciendo cuatro ediles (cuenta actualmente con seis).

EL VOTO URBANO

Los nacionalistas se hunden y el PP se dispara

La ciudad no repite el esquema de la provincia, en absoluto. El PP mantiene el respaldo mayoritario pero, además, crece en más de tres mil votos, aunque el resultado más llamativo lo aporte el BNG, que pierde cerca de cuatro mil -exactamente, 3.843- y se queda con un 14,74% de los respaldos.

Los resultados de la formación que lidera en la ciudad el teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal, parte sustancial del gobierno bipartito que gestiona Ourense, muestran un varapalo que, por ahora, los líderes nacionalistas, él incluido, no han querido detectar, pero que supone una importante pérdida de votos que culmina el largo periodo de retroceso, desde 1997, que afecta a esta formación política.

El PP, mientras, se muestra exultante, con esos tres mil votos a mayores que muestran el trabajo ejercido en la ciudad por el grupo municipal que lidera su portavoz y presidente de la junta local, Enrique Nóvoa. El resultado de ayer, con el 43,58% de los respaldos, avala un trabajo que le permite remontar un paulatino descenso que se repetía desde las elecciones autonómicas de 1997.

El PSdeG también crece pero con discreción. Los 22.063 votos obtenidos ayer (21.297 en 2005), que suponen un 34,78% de los votos, consolidan una posición importante pero no un despegue ni demasiadas expectativas, teniendo en cuenta que la ciudad tiene un alcalde socialista, el que encabeza el gobierno bipartito.

En Ourense ciudad es donde UPyD logra sus mayores respaldos, 801 votos, más de la mitad de todos los conseguidos en la provincia. Por debajo vuelve a estar Esquerda Unida, que consigue en Ourense más del 70% de los sufragios logrados en la provincia.




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