Adriana Martínez Losada (Ourense, 1987) es la coordinadora del comité ourensano de la Fundación Taller de Solidaridad, una ONG de cooperación internacional que se dedica a programas de sensibilización, educación para el desarrollo y comercio justo. Acaba de ser reconocida en la undécima edición de los Premios Fundación Esplai a la Ciudadanía Comprometida, en la categoría de impulso al tercer Sector y fomento de la Participación. El galardón valora la "trayectoria y compromiso continuado" de esta ourensana, "por su labor animando, dinamizando y coordinando grupos de personas voluntarias". En 2008, esta profesora de Josefinas inició su andanza solidaria. "Siempre me llamó la atención el voluntariado internacional y gracias a mi trabajo en el colegio conocí la fundación porque depende de la Congregación de las Siervas de San José", señala esta ourensana.
Adriana Martínez se encarga de la creación de materiales educativos didácticos, la promoción del comercio justo y un festival solidario en la ciudad para proyectos en países desfavorecidos. "Cada comité local lleva a su realidad las actividades. Aquí prima la sensibilización paraa educación en el desarrollo. También llevamos un par de años con una guía didáctica de actividades deportivas y un proyecto que trabaja en los valores del comercio justo", apunta. Para alumnado de Secundaria, realizan la "Carrera desigual" : "Es una carrera de obstáculos para que lleguen a la reflexión de la desigualdad de las mujeres en la sociedad", explica esta voluntaria.
La fundación SPLAI reconoce a esta profesora en los galardones a la ciudadanía comprometida
El premio, que reconoce su "liderazgo" y su voluntariado "transformador", es para Adriana Martínez un "impulso". "Me gustaría conseguir que en Ourense conozcan más a la fundación, seguir expandiéndonos y que tengamos un hueco en el corazón de los ourensanos. Este premio me lo han dado a mí pero es en nombre de todos los voluntarios de Taller de Solidaridad", dice esta profesora ourensana.
Fue el voluntariado en el Congo el que le cambió la perspectiva de las cosas. "Fue una de las experiencias más importantes de mi vida, me marcó mucho. Estuve asistiendo partos, aunque no tengo formación en enfermería. Acercarme a aquellas mujeres, ver la situación... Se sienten muy agradecidos de que tú vayas allí. Me hubiese quedado más tiempo", reflexiona Adriana Martínez, que también participó en programas de cooperación en Nicaragua y Guatemala.
El confinamiento obligó a los voluntarios a "reinventarse", con el lema "Yo me quedo en casa" para los programas. También el covid frena el acto de entrega del galardón, que esta ourensana recibirá hoy a través de un encuentro virtual.
