El paseo del río Barbaña acogió este lunes la primera feria de mercado ambulante del mes de junio. La llegada del verano no ha hecho que los feriantes renueven su espíritu, siendo el pesimismo la tónica general entre ellos y, aunque reconocen que sí hay una pequeña subida de la afluencia de gente, las ventas no han repuntado y las expectativas no son buenas.
Aitor, que monta cada mes su puesto de música y camisetas, asegura que el principal problema de la feria es la organización y la promoción. “El día 26 siempre es inexistente, al no haber pulpo, la gente ya no viene y no compra tanto”. Además, expresa que “el problema de la feria en Ourense es que no se promociona”. Esta valoración la comparte mónica, pero ella es más optimista en sus previsiones de venta, comentando que su puesto de calcetines ha iniciado mejor el mes que el pasado y espera tener más ventas.
Por su parte, Miguel, desde calzados La Deportiva, en la zona de las canchas de baloncesto, cuenta que la reubicación de los puestos ha sido perjudicial porque “la gente no se encuentra” y, además, “no hay dinero para comprar”. Ahmed, quien regenta una tienda de ropa, coincide con el pesimismo general y asegura que “el verano siempre ha sido muy malo”.
