La conversión de las titulaciones universitarias en grados para adecuarse al Plan Bolonia cuenta con diferentes raseros a juicio de los profesores de Física del Campus. Dicen que uno de los parámetros fijados por la Xunta para eliminar titulaciones se basa en que no superen los 25 alumnos de nuevo ingreso y que precisamente esa cifra se rebasa, con 28 y 25 matriculados en los dos últimos cursos. Señalan que Ciencia y Tecnología de los Alimentos contó con 14 y 10 y, sin embargo, no se pretende eliminar.
El Consello Galego de Universidades aprobó en el pleno del 5 de noviembre de 2007 una serie de líneas generales para la implantación de estudios de grado y posgrado en el Sistema Universitario de Galicia, tal y como estipula el Plan Bolonia, que reconverte las licenciaturas (de cuatro a cinco años) y diplomaturas (tres años) en grados (cuatro años).
En aquel decálogo se indicaba la necesidad de mantener aquellas titulaciones con al menos 25 alumnos de nuevo ingreso. Tomando esta cifra como referencia, y dado que la escasa matriculación ha sido uno de los argumentos más esgrimidos para justificar el cierre de Físicas, los profesores de esta titulación impartida en el Campus de Ourense advierten que el criterio no se está aplicando de forma justa y equitativa.
Argumentan los docentes que las cifras de matriculación en las tres titulaciones de la Facultad de Ciencias (Ingeniería Técnica Agrícola, Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Física) cuentan con resultados similares, no siendo precisamente la de Física la que peores cifras presenta. En los últimos cinco cursos académicos, la progresión de nuevo alumnado ha sido de nueve, 21, 22, 28 y 25 alumnos (dicen que para el curso que comienza la semana próxima están matriculados 12 alumnos, aunque advierten que existe una orden que impide acceder a estos datos, por lo que conocen el dato de forma extraoficial).
Ingeniería Técnica Agrícola presentó una matrícula en el mismo período de 56, 38, 30, 21 y 28 estudiantes recién incorporados. Sin embargo, los resultados más llamativos, a juicio de los docentes de Física, son los de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, con 41, 36, 19, 14 y 10 alumnos desde 2004.
Claudio Cerdeiriña, uno de los 15 profesores de la titulación que se pretende sustituir por Ciencias Ambientales, recalca que la supuesta escasa rentabilidad de la titulación es mentira, al tiempo que advierte que de ser así, es inconcebible que se plantee el cierre de Física y no el de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, con una pérdida progresiva en su alumnado que arroja cifras por debajo del 50% del mínimo exigido. Si la normativa es de obligatorio cum plimiento, no entendemos el criterio utilizado para la toma de decisiones, señala Cerdeiriña.
En cuanto a la catalogación de Ciencias Ambientales como la salvación del Campus, los docentes de Física señalan que nadie ha explicado en qué consisten estos estudios, por lo que consideran que este grado no tiene entidad. Opinan que podría encajar como un máster o posgrado (es decir, una especialización) para ser cursado por alumnos con una formación básica sólida en las discplinas científicas básicas, tales como Física, Química o Biología.
En aquel decálogo se indicaba la necesidad de mantener aquellas titulaciones con al menos 25 alumnos de nuevo ingreso. Tomando esta cifra como referencia, y dado que la escasa matriculación ha sido uno de los argumentos más esgrimidos para justificar el cierre de Físicas, los profesores de esta titulación impartida en el Campus de Ourense advierten que el criterio no se está aplicando de forma justa y equitativa.
Argumentan los docentes que las cifras de matriculación en las tres titulaciones de la Facultad de Ciencias (Ingeniería Técnica Agrícola, Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Física) cuentan con resultados similares, no siendo precisamente la de Física la que peores cifras presenta. En los últimos cinco cursos académicos, la progresión de nuevo alumnado ha sido de nueve, 21, 22, 28 y 25 alumnos (dicen que para el curso que comienza la semana próxima están matriculados 12 alumnos, aunque advierten que existe una orden que impide acceder a estos datos, por lo que conocen el dato de forma extraoficial).
Ingeniería Técnica Agrícola presentó una matrícula en el mismo período de 56, 38, 30, 21 y 28 estudiantes recién incorporados. Sin embargo, los resultados más llamativos, a juicio de los docentes de Física, son los de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, con 41, 36, 19, 14 y 10 alumnos desde 2004.
Claudio Cerdeiriña, uno de los 15 profesores de la titulación que se pretende sustituir por Ciencias Ambientales, recalca que la supuesta escasa rentabilidad de la titulación es mentira, al tiempo que advierte que de ser así, es inconcebible que se plantee el cierre de Física y no el de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, con una pérdida progresiva en su alumnado que arroja cifras por debajo del 50% del mínimo exigido. Si la normativa es de obligatorio cum plimiento, no entendemos el criterio utilizado para la toma de decisiones, señala Cerdeiriña.
En cuanto a la catalogación de Ciencias Ambientales como la salvación del Campus, los docentes de Física señalan que nadie ha explicado en qué consisten estos estudios, por lo que consideran que este grado no tiene entidad. Opinan que podría encajar como un máster o posgrado (es decir, una especialización) para ser cursado por alumnos con una formación básica sólida en las discplinas científicas básicas, tales como Física, Química o Biología.
