El próximo vacío de poder en el PP local y provincial convulsiona la formación

Manuel Cabezas (i) y Manuel Baltar (d).
photo_camera Manuel Cabezas (i) y Manuel Baltar (d).

El PPdeG negoció a espaldas del líder local, Manuel Cabezas, que el sábado, tras el pleno, dejó caer que su marcha como concejal es inminente: “Donde yo no puedo hacer lo que pienso, no estoy a gusto”. Esta decisión, todavía sin concretar, llevaría aparejada, con casi total seguridad, la marcha de Cabezas de la presidencia local del partido y el posible regreso de una gestora. 

A eso se une que la pasada semana, Manuel Baltar renunciaba a continuar al frente de la Diputación y a seguir en la política local. Un día después, trascendía que, más pronto que tarde, abandonará también la presidencia provincial del partido. Así las cosas, los populares ourensanos, en ciudad y provincia, afrontan una suerte de necesaria recomposición en los próximos meses a nivel orgánico, si bien han salvado la Diputación. 

No se sabe si la marcha de Cabezas podría provocar fugas en la lista del grupo municipal llamado a ejercer el liderazgo en la oposición, que, ahora mismo, nadie sabe quién exactamente ejercerá. Mientras, una posible sucesión de Cabezas desencadenaría, a buen seguro, una batalla interna entre los “baltaristas sin Baltar” y otras sensibilidades. A nivel provincial, no parece que la batalla pudiera ser menor, pues si ya en 2010 la dirección gallega se interpuso, ahora todo hace presagiar que intentarán algún movimiento que impida una vía de continuismo. 

Los ánimos en el PP local, que por segunda investidura consecutiva votan en contra de lo que dictan sus principios, no son los mejores. A nivel interno hay muchos reproches, y la relación con la dirección gallega tiene ahora fracturas abiertas que deben supurar. Los próximos días podrían aclarar muchas cosas y la investidura en la Diputación, y los posibles candidatos a la misma, también enseñarán cuál es el camino. 

Te puede interesar