El AVE llegó a Puertollano en el año 1992.
No lo esperaban, fue como un regalo. Inicialmente no estaba previsto construir una estación en una localidad que ni siquiera era capital de provincia. La pujanza económica de la región, sus 50.000 habitantes y la movilización política y ciudadana consiguió situar a la localidad manchega en el mapa de las estaciones AVE de España. Su configuración en aquellos años era muy similar al Ourense actual, ya que el ferrocarril atravesaba la ciudad creando dos zonas diferenciadas y difíciles de comunicar. La llegada del AVE fue una buena noticia, pero creó una brecha entre los barrios que agravó el problema de las comunicaciones. Por eso su alcalde, Joaquín Hermoso, lanza un mensaje a las ciudades donde está prevista la llegada de la alta velocidad: 'siempre recomiendo a otros alcaldes que tengan cuidado porque esa vía es un surco infranqueable'. El concejal de Cultura, Turismo e Imagen, Luis Pizarro, vivió el proceso de la llegada del AVE a Puertollano y remarca las palabras del alcalde: 'ninguna localidad donde se espera el AVE debería perder la oportunidad de corregir este tipo de problemas urbanísticos'. Confiesa que el AVE ha provocado más ventajas que inconvenientes pero también tiene claro que si hoy tuvieran que recibir el AVE en su ciudad 'haríamos las cosas de otro modo'.
Han sido casi veinte años con este problema y creando molestias a los vecinos de uno y otro lado de las vías. Las comunicaciones han llegado tarde y para ello fue necesario invertir en pasarelas y puentes de forma continua. En el año 2000 tuvieron que realizar una de las grandes actuaciones reforzar el único puente que comunica las dos zonas de la ciudad, ya que se había quedado para el volumen de tráfico que soportaba la ciudad. La última inversión ha tenido lugar este legislatura. Consiste en la construcción de dos grandes plataformas que permiten una mayor permeabilidad entre las zonas divididas. Además, se ha construido una nueva carretera por debajo de las vías que aliviará nuevamente los problemas derivados del tráfico.
Han sido casi veinte años con este problema y creando molestias a los vecinos de uno y otro lado de las vías. Las comunicaciones han llegado tarde y para ello fue necesario invertir en pasarelas y puentes de forma continua. En el año 2000 tuvieron que realizar una de las grandes actuaciones reforzar el único puente que comunica las dos zonas de la ciudad, ya que se había quedado para el volumen de tráfico que soportaba la ciudad. La última inversión ha tenido lugar este legislatura. Consiste en la construcción de dos grandes plataformas que permiten una mayor permeabilidad entre las zonas divididas. Además, se ha construido una nueva carretera por debajo de las vías que aliviará nuevamente los problemas derivados del tráfico.
