Expuesto al público desde el pasado 28 de noviembre, permite vislumbrar el modelo de ciudad que será Ourense en un futuro

PXOM, una herramienta vital y polémica

El conjunto de elementos que nos han llevado a la situación de una nueva realidad emergente, no sólo desde el punto de vista cronológico y económico, sino también jurídica y técnica, requieren la orquestación de un planeamiento urbano (PXOM) que garantice la ordenación del territorio integral de la ciudad, su crecimiento, su desarrollo coherente y sostenible, en concordancia con sus recursos medioambientales y paisajísticos.
Un planeamiento urbano, desde una perspectiva funcional, debe ser capaz de abordar problemas puntuales , dando solución a l dinamismo inherente a una ciudad.

En el caso concreto de Ourense, la situación actual se transmuta en emergencia en el mismo momento en que el Plan predecesor, aprobado en 2003, es derribado fulminantemente, viciado por sus formas de exposición, dejando así la ordenación municipal del territorio a expensas de un plan promulgado en 1986.


A vista de pájaro, minucioso trabajo de hormigas

Teniendo en cuenta este haz inicial de perspectivas, se hace imprescindible imaginar y ser capaz de articular una idea de municipio y de ciudad acorde con una serie de parámetros específicos, en los que debe primar la relación del ciudadano con el entorno; la capacidad de crecimiento de la ciudad en determinadas áreas y en puntos geográficos concretos; la potenciación de las principales bazas con que se dispone; la corrección de deficiencias acumuladas al paso de los años. Una labor compleja, que requiere tomar la perspectiva de un ave que sobrevuela desde muy alto y es capaz de atisbar todo el panorama municipal ante sí, y que tras tomar esta distancia, debe ser capaz de bajar y trabajar minuciosamente, palmo a palmo sobre el terreno, como una hormiga, para lograr alcanzar la serie de objetivos propuestos.

Los objetivos son claros : pretenden trazar la ampliación coherente del área urbana de Ourense, incluyendo las bases para una política estable de viviendas de protección pública así como la cualificación de nuevas reservas de suelo para actividades productivas, integrándose a las ya existentes; traza el dibujo de nuevos espacios para el desarrollo de actividades de ocio, deporte y cultura, y la revisión de la relación de la ciudad con su medio geográfico natural.

El Plan actual pretende hacer emerger una ciudad compacta y densa a un tiempo, un crecimiento orientado no sólo por el interés en las infraestructuras, sino teniendo en cuenta la dimensión humana, natural y paisajística. Un modelo de ciudad, caracterizado por una serie de vectores de acción específicos: un núcleo urbano compacto, capaz de superar las deficiencias existentes en dotación pública y espacios verdes; con un espacio urbano de usos múltiples, capaz de exhibir una plena integración y dar respuesta a soluciones puntuales, complejas e imprevistas; y una concepción lineal de continuidad para la construcción integral del modelo de ciudad propuesto.


PARÁMETROS DE ORDENACIÓN

La actual propuesta de PXOM busca este desarrollo e integración, a instancias de una serie de premisas: establecer con claridad la relación entre las directrices de ordenación y la topografía y geografía natural y recursos medioambientales, especialmente los hídricos; la ordenación especial y específica de los núcleos rurales existentes; el reconocimiento de corredores de expansión sobre los que buscar consolidación; la influencia patrimonial e histórica existente; y la ordenación de las fronteras municipales.


MAGNITUDES Y ÁREAS DEL PLAN

Así, el suelo total que se contempla, unas 8460 hectáreas, ven en la categoría de suelo rústico de especial protección el epígrafe con mayor porcentaje, al representar un 75,86% del total, frente a, por ejemplo, el suelo urbano consolidado, que representa un 11,14%. De este modo, se estima una capacidad residencial cuya cifra tope se detiene en 19.389 viviendas en total, sumando todos los epígrafes de suelo considerados, destacando el suelo urbanizable delimitado con 4.755 viviendas o el suelo urbano no consolidado (4.597 viviendas).

Distintas áreas y zonas, según el tipo de suelo que se considere, exhiben cambios en función al ordenamiento vigente (1986). Un planeamiento, en suma, que supone una importante herramienta para 'construir' de un modo orquestado el modelo de municipalidad que debe regir a Ourense en el futuro, pero también en su presente.

Una compleja labor que, ante la serie de intereses que confluyen, será contestada y revisada intensamente por todos los actores participantes y protagonistas.

Te puede interesar