Las rebajas finalizan “mejor de lo esperado”

El turismo y las restricciones marcaron el ritmo de la campaña veraniega

El verano comienza a alcanzar su fin y con él las rebajas. Después de que el invierno estuviese marcado por las limitaciones de horario y el cierre de la hostelería, estos meses lograron sortear la quinta ola para llegar al final de la campaña “mejor de lo esperado”, como asegura Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Aberto Ourense Centro. “Ha ido relativamente bien, pero no es suficiente para recuperar con los márgenes de beneficio”, añade. 

Entre los descuentos y el incremento de las ceremonias con respecto al año pasado, los comercios mejoraron las perspectivas iniciales. “Ha sido un verano distinto, pero se ha vendido más gracias a los eventos y a las ofertas”, comentan desde Inicial P. Después de vivir un final de invierno y una primavera marcada por las restricciones de la tercera ola, la campaña veraniega ayudó a recuperar el ritmo. “Fueron unas rebajas más lentas, pero no nos podemos quejar. Ya veníamos de una situación complicada antes de la pandemia y nos toca ser optimistas”, reconoce Noelia Martínez, de Sloane Square. Desde la Federación de Comercio de Ourense, Beatriz Gómez reconoce que la campaña salió bien, pero que no aleja la “preocupación” de los comerciantes. 

En World Shoe, Javier Veloso se muestra “contento” con el balance de las rebajas de verano tras una primavera “mala”. “Julio y agosto fueron meses buenos”, apunta. Las ventas fueron en incremento y el elevado volumen de turistas que llegaron en las últimas semanas aumentaron el movimiento en los comercios. “Agosto normalmente es flojo, pero mejoró con respecto a otros años gracias al turismo”, expresa Martínez.

Pero no todos pueden decir que la campaña ha sido buena, aunque se recuperase levemente en agosto. “Julio no fue bueno, pero mejoró el mes pasado. Lo mismo nos pasó con mayo, que no hubo buenas ventas y cambió en junio. No hay una tónica clara”, afirman desde Lakarí. En este comercio de la ciudad reconocen que el turismo permitió una recuperación en las rebajas veraniegas, dentro de un mes en el que “no se queda nadie en la ciudad”. 

Movimientos en las calles

Las restricciones que se aplicaron en julio a los locales de hostelería y al ocio nocturno repercutieron en las ventas de agosto para el comercio. “Normalmente empezamos a vender menos a partir del 15 de agosto, pero esa fecha se retrasó un poco. Parece que los turistas alargaron más sus estancias”, opina Veloso.El movimiento en las calles también es “importante”, como indican desde Inicial P, y este verano se notó en la ciudad. En este comercio, tampoco se olvidan de que muchos clientes “tienen miedo” al covid y eso todavía influye en los hábitos de compra. 

La hostelería mantiene el pulso a la pandemia y la supervivencia del comercio depende de ello. “En julio notamos algo de bajón cuando cerraron el interior de los bares. Nosotros dependemos mucho de ellos y estamos condicionados todo el tiempo por la pandemia”, indica Martínez. Veloso también asegura que notan “mucho” la influencia de la actividad de la hostelería y están a la expectativa de las decisiones que adoptan en Sanidade. 

La luz, en contra

La nueva tarifa de la luz también condiciona a estos negocios. La presidenta de la Federación de Comercio, Beatriz Gómez, reconoce la “preocupación” existente entre los comerciantes con el incremento en la factura, que aumenta sus gastos: “Solo nos generan incertidumbre”. Rivera se suma a las críticas contra este incremento en el coste de la luz, pero también de otros gastos: “Estamos contentos, pero nos preparamos para un otoño incierto. No salimos de la pandemia y nos tenemos que enfrentar a las subidas de la electricidad, del gas y los carburantes, que influyen mucho en el comercio”.

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