La familia de Edilma Martines, la brasileña de 50 años fallecida en el incendio de una vivienda en Covadonga el pasado 7 de enero, está más cerca de poder enterrar los restos de su familiar, 24 días después del trágico suceso. El cuerpo de Martines, más afectado por las llamas que el de la otra mujer que pereció en el incendio, estaba todavía sin reconocer. Ayer, un sobrino de la brasileña, Rómulo Rodrígues, identificó el cadáver. Es un avance más en el largo periplo de los familiares de Brasil de la víctima, que tuvieron que viajar desde su Pernambuco natal a Ourense para identificar a Edilma.
El fuego originado de madrugada en un dormitorio de la vivienda en la que residían las dos amigas dejó el inmueble inservible. Los servicios de emergencia no pudieron rescatar con vida los cuerpos de Edilma y Valentina, dos amigas que convivían en este piso de protección oficial del barrio de Covadonga. En el caso de la segunda víctima, también se trasladó su hijo desde Venezuela para identificar el cuerpo a los pocos días del trágico suceso. Sin embargo, la situación de los afectados brasileños era más complicada. La familia, desde Pernambuco, trasladó a este periódico desde un primer momento las dificultades que tenían para costearse un billete de avión. Finalmente, a los pocos días del suceso, amigos y familiares de Edilma reunieron la cantidad necesaria para que Rómulo, el sobrino favorito de la víctima, viajase a Ourense para repatriar el cuerpo.
Huelga judicial
En Ourense, Rómulo se encontró con varias trabas burocráticas. La huelga de letrados de la administración de justicia le impidió hace una semana identificar el cuerpo de su tía Edilma, según trasladó a La Región. No fue hasta ayer que pudo completar este trámite. Ahora, los restos mortales de Edilma serán repatriados a su Pernambuco natal, donde todavía reside la madre de la fallecida y varios sobrinos.