No pudo ser interrogado aún porque tiene paralizada parte el cuerpo y no puede comunicarse
La comparecencia judicial de Aniceto Rodríguez Caneiro (76 años) en calidad de detenido por intentar matar a su esposa, Isabel Fuentes, del 2 de abril se hará esperar. El inculpado ya tiene una orden de prisión provisional y sin fianza por el asesinato, ocurrido hace una semana en el CHUO cuando su esposa se recuperaba del fuerte golpe en la cabeza que recibió aquel día en su domicilio cuando veía la televisión. Pero falta escuchar su versión de los hechos y zanjar su primera agresión, de la que había salido bien parado porque la jueza de Verín le aplicó la presunción de inocencia y creyó su coartada (dijo que dormía cuando entraron unos ladrones a robar).
El cara a cara entre la instructora del caso (puesta en cuestión por no haber aplicado medidas de protección a la víctima) y el criminal deberá posponerse semanas. Según pudo saber este diario de fuentes cercanas al caso, el verinense sufrió un ictus que está complicando sobremanera su recuperación. Las heridas que se autoinfligió tras asesinar a su mujer fueron graves, pero no hasta el punto de prorrogar demasiado su estancia hospitalaria. La más importante perforó uno de sus pulmones. Pero fue el infarto cerebral (ACV) que sufrió "a posteriori" el que le mantiene aún en el servicio de Reanimación. De hecho, presenta déficit neurológico importante: tiene paralizado parte de su cuerpo lo que le provoca incapacidad motora y dificultad absoluta para expresarse y entender lo que se le dice. En estos momentos, según el criterio médico, no están claras las secuelas incapacitantes que le quedarán. Mientras continúe hospitalizado, algo que se prevé durante días, debe estar custodiado por la Policía Nacional.
