Sin embargo el número de afiliaciones a la Seguridad Social sigue en retroceso en la provincia

La recuperación se hace notar en la contención del desempleo

Los primeros indicios del impacto de la recuperación económica comienzan a tener reflejo en la evolución de las tasas de paro, que consiguen marcar datos positivos. Sin embargo, esto no tiene reflejo en la evolución de las afiliaciones a la Seguridad Social ni en la evolución del número de centros de trabajo. Esta es la principal conclusión que se desprende del informe Observatorio Económico Ourensano presentado ayer por el presidente de la Diputación, Manuel Baltar; el gerente del Inorde, José Manuel Rodríguez, y el profesor José María Chamorro, director del estudio.
Destaca el Observatorio que octubre marcó un hito laboral desde el comienzo de la crisis, ya que por segunda vez desde diciembre de 2007 la tasa de paro interanual tuvo signo negativo. Esta situación sólo había tenido un precedente, en el pasado mes de julio, cuando la reducción se había limitado a un 0,5%, mientras que en octubre el descenso alcanzó el 1,1%.

Sin embargo, estos síntomas esperanzadores del paro no tienen reflejo ni en las afiliaciones a la Seguridad Social ni en la evolución del número de centros de trabajo. Así, el número de cotizantes a la Seguridad Social cayó en el último año en las doce comarcas que componen la provincia, siendo la Baixa Limia la que tuvo el peor comportamiento, con un -8,2%, y las de Viana y O Carballiño -con un -1,07% y un -1,42%, respectivamente- las que presentan una evolución más positiva. Por su parte, la pérdida provincial repite el mismo valor que presentaba a estas alturas en 2012, con un retroceso interanual del 2,6% de los afiliados.

En lo que atañe a los centros de trabajo, los últimos datos disponibles, correspondientes a finales de 2012, indican el año pasado cerró con un descenso interanual del 0,73%, con lo que acumulan una disminución del 2,1% desde el inicio de la crisis.

Con todo, el informe concluye que Ourense, desde la óptica de las tres variables analizadas -paro, afiliaciones a la Seguridad Social y número de centros de trabajo-, continúa siendo la provincia gallega menos castigada por la crisis económica.

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