La iglesia de la parroquia de la Asunción, junto al Campus universitario, fue cerrada al culto para acometer una reforma con un presupuesto de 350.000 euros. Los trabajos obligan a celebrar las misas en la capilla y el salón parroquial.
Una empresa tiene prácticamente desmontada la iglesia parroquial de la Asunción, junto al Campus Universitario, para dotarla de un aspecto más moderno y acogedor tanto en el interior como en el exterior.
El proyecto requiere una inversión de 350.000 euros, que aportan los fieles y el Obispado.
El dinero permitirá dotar a las paredes del templo de tableros acústicos, aislamiento térmico y un pavimento de tarima flotante con acabado en roble bajo los bancos en que se sientan los fieles. El vestíbulo será dotado de un firme a base de piedra caliza, que también será utilizada en el altar y las zonas del templo que no estén cubiertas por la madera.
La iglesia también será dotada de una nueva cubierta, que dará luminosidad a través de un panel de madera que filtrará la luz al interior resaltando el presbiterio.
Las obras que tienen al frente al arquitecto diocesano, Xoán Rodríguez, no finalizarán hasta los próximos meses de marzo o abril y obligan a trasladar los actos religiosos al salón parroquial y a la capilla.
La reforma comenzó el pasado mes de octubre y los fieles ya asistieron ayer a misa a la capilla al estar el templo lleno de herramientas y material de construcción. Los actos religiosos, como funerales o bodas, a los que asistan un elevado número de personas, se organizarán en la iglesia de Cristo Rey, la parroquia más vecina.
El proyecto requiere una inversión de 350.000 euros, que aportan los fieles y el Obispado.
El dinero permitirá dotar a las paredes del templo de tableros acústicos, aislamiento térmico y un pavimento de tarima flotante con acabado en roble bajo los bancos en que se sientan los fieles. El vestíbulo será dotado de un firme a base de piedra caliza, que también será utilizada en el altar y las zonas del templo que no estén cubiertas por la madera.
La iglesia también será dotada de una nueva cubierta, que dará luminosidad a través de un panel de madera que filtrará la luz al interior resaltando el presbiterio.
Las obras que tienen al frente al arquitecto diocesano, Xoán Rodríguez, no finalizarán hasta los próximos meses de marzo o abril y obligan a trasladar los actos religiosos al salón parroquial y a la capilla.
La reforma comenzó el pasado mes de octubre y los fieles ya asistieron ayer a misa a la capilla al estar el templo lleno de herramientas y material de construcción. Los actos religiosos, como funerales o bodas, a los que asistan un elevado número de personas, se organizarán en la iglesia de Cristo Rey, la parroquia más vecina.
