Han pasado cinco semanas desde que el periódico La Región repartiera entre sus lectores la lámina 'A danza 2', de Xaime Quessada el pasado 6 de marzo. Finalmente, este domingo, día 10, concluye la colección con la entrega en los quioscos de la sexta y última lámina. Se trata de una reproducción del cuadro 'Barcas abandonadas', firmado por el ourensano Manuel Prego de Oliver en el año 1970. El óleo muestra un paisaje con el que el espectador reafirma la trayectoria pictórica del artista, amante de lo sencillo.
En este sentido, no es este el único cuadro en el que Prego recurrió al motivo de las barcas solitarias sobre la arena, sino que incluso puede hablarse de una serie de trabajos con estos elementos, sus sombras y el paisaje como únicos protagonistas. Para esta pieza en concreto, el pintor escogió un formato apaisado (80x220 cm) acorde con el horizonte y la inmensidad del entorno. Una sensación de soledad que se potencia con la atmósfera recreada y que aporta al cuadro cierto aire de romanticismo.
Nacido en abril de 1915, la misma ciudad que le vio nacer le veía morir 71 años más tarde. Prego mostró una vocación artística desde bien pequeño, pero las prioridades vitales le obligaron a ejercer de maestro en la aldea de San Mamede de Urros, desde 1933. Pocos años más tarde, el estallido de la Guerra Civil le obligaría a abandonar el Magisterio y a hacer de su pasión por la pintura su medio de vida.
Prego de Oliver realizó su primera exposición en 1941 en Madrid y aunque fueron muchos los puntos en los que mostró su obra, su gran exhibición llegó en 1981 cuando el Palacio de la Unesco de París acoge una pintura que en 1985 llegaba a su ciudad natal.
Nacido en abril de 1915, la misma ciudad que le vio nacer le veía morir 71 años más tarde. Prego mostró una vocación artística desde bien pequeño, pero las prioridades vitales le obligaron a ejercer de maestro en la aldea de San Mamede de Urros, desde 1933. Pocos años más tarde, el estallido de la Guerra Civil le obligaría a abandonar el Magisterio y a hacer de su pasión por la pintura su medio de vida.
Prego de Oliver realizó su primera exposición en 1941 en Madrid y aunque fueron muchos los puntos en los que mostró su obra, su gran exhibición llegó en 1981 cuando el Palacio de la Unesco de París acoge una pintura que en 1985 llegaba a su ciudad natal.
