Lucha contra el covid

Coronavirus en Ourense | Las residencias recuperan el ritmo tras meses de parálisis

Unidades de convivencia en el centro de mayores Nuestra Señora de la Esperanza. (Foto: CEDIDA)
photo_camera Unidades de convivencia en el centro de mayores Nuestra Señora de la Esperanza. (Foto: CEDIDA)
Los centros de mayores amplían su rango de actividades y celebran la apertura a más familiares

Tras las vacunas, toca soplar velas. "Estamos preparándonos para volver a celebrar los cumpleaños entre todos los usuarios de la residencia, tenemos previsto hacerlo a finales de este mes", explica Ana Belén Torres, la administradora del centro de mayores O Lecer dos Avoíños, en Coles. El regreso de los gorritos y el pastel es un síntoma más de la ansiada vuelta a la normalidad, algo que las residencias ourensanas ven cada vez más cerca después de recibir las dos dosis de la vacuna.

Con todo, aún no están igual que antes de la pandemia. Sonia Atanes, la directora de la residencia San Martiño, en A Mezquita, señala que dentro de la residencia sí se nota más tranquilidad tras la segunda dosis, pero que aún no se ha recuperado el estado pre-covid. "Aún estamos con algo de miedo, y todavía no hemos empezado a hacer excursiones, por ejemplo, que es algo que los usuarios están deseando retomar", explica. En el centro de Coles esperan poder recuperar en el futuro la terapia con animales, paralizada porque la empresa encargada viene de fuera.

El proceso es lento. Las residencias consultadas destacan que, aunque nunca paralizaron del todo las actividades, poco a poco van ampliando los límites. "Se han ido recuperando los grupos, aunque todavía seguimos divididos en unidades de convivencia: es como si hubiera cuatro residencias dentro de una sola", comenta Aranzazu Crespo, la directora del centro Nuestra Señora de la Esperanza, en la ciudad.

Ganas de visitas

Lo que sí se ha notado con rotundidad en los últimos días es la ilusión de muchos familiares que han podido visitar a sus padres o abuelos después de mucho tiempo.  La semana pasada, la Xunta dio luz verde a la desescalada de las visitas en los centros ya inmunizados, ampliando de uno a dos los familiares de referencia, y hasta a tres las visitas semanales permitidas por cada usuario. Además, la relajación de las restricciones en la mayoría de concellos gallegos a partir de mañana hace prever muchas visitas hasta ahora impedidas por los límites perimetrales.

"Esta semana todo el mundo ha estado llamando para concertar visitas", destaca Atanes desde A Mezquita, donde muchos residentes tienen familia en Verín, Viana do Bolo o Vilardevós. "¿Que si los visitantes tienen miedo? Ninguno", remarca la trabajadora social Coral Conde, del Centro Residencial Tercera Edad de Esgos. En la ciudad, Crespo se hace eco de la sensación: "La pregunta más común estos días era que cuándo iba a poder venir de visita más de un familiar, y la noticia se recibió con mucha alegría", dice, y añade que las llamadas o Zooms "no son lo mismo" que el cara a cara.

En otros centros, la cautela sí se abre paso. En Coles, Torres comenta que las visitas están viniendo con cuidado, que algunos visitantes siguen viniendo solo un día a la semana y que otros, incluso, prefieren esperar a estar vacunados. Precaución e ilusión se entrelazan en lo que parece la salida de -en palabras de Atanes- "un año en stand-by".



Solo quedan nueve casos activos en tres residencias

En un mes, los contagios activos en las residencias ourensanas han pasado de 199 a nueve, lo que supone una diferencia de 190 casos. El 25 de enero, según los datos  las consellerías de Sanidade y Política Social, la provincia sumaba 148 usuarios y 51 trabajadores con coronavirus, mientras que ayer estas cifras eran, respectivamente, de cinco y cuatro.

En el caso de los usuarios, ayer la Xunta notificó un alta en el centro Quercus de Leiro. Los cinco contagios activos se reparten entre el hogar residencial Blanco Amor en Boborás (un caso), la residencia de Carballeda de Valdeorras (dos casos) y la de Viana do Bolo (dos casos).

La cifra de casos activos entre trabajadores se sitúa en cuatro: uno en la residencia Nuestra Señora de Mundial, en Cartelle, y tres en la Quercus de Leiro. Ayer se conocieron dos altas: una en el centro de Cartelle y otro en laVirxe da Clamadoira, en Muíños.

En Galicia

En el total de Galicia, los casos de covid-19 en las residencias de mayores también descendieron ayer, situándose en 105. De ellos, 74 corresponden a usuarios, nueve menos que ayer. Esta cifra resulta de un nuevo positivo en la residencia Milagrosa de A Coruña y diez altas: cinco en la residencia de mayores de Laraxe de Cabanas, dos en Mi Casa de Pazos de Borbén, una en la Milagrosa de A Coruña, otra en la San José de Arzúa y otro en la Quercus de Leiro.

Por su parte, los trabajadores de residencias de mayores con covid-19 se reducen a 31, ocho menos que el día anterior, tras un positivo en el centro de Caranza en Ferrol y nueve altas: tres en Nosa Señora do Carme de Sarria, dos en As Gándaras de Lugo, una en Mi Casa Ferrol, otra en la San José de Arzúa, una en Nosa Señora de Mundil en Cartelle y otra en Virxe da Clamadoira de Muiños.

En cuanto a los centros de atención a la discapacidad (CAPD), los usuarios con covid bajaron a diez (ninguno en Ourense), tras el alta de siete en la Juan Vidán Torres de Santiago. 

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