El reparto de fuerzas que depararon las urnas en Ourense tras las elecciones locales de 2019 salta un poco más por los aires sin que ni siquiera se haya llegado al ecuador del mandato. Cuatro concejales -los tres críticos de DO que resistían en la formación y Laureano Bermejo (Ciudadanos)- formalizaron ayer su desvinculación de sus grupos municipales, lo que automáticamente les sitúa como ediles no adscritos, sumándose al también ex de DO Manuel Álvarez, que fue expulsado el pasado otoño.
En una jornada de vértigo, Maite Rodríguez, Miguel Caride y María Fernández Dibuja anunciaban a primera hora de la mañana que habían tomado la decisión de dejar el grupo de DO “al no existir democracia interna porque todas las decisiones las adopta el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome”, añadiendo que “no podemos seguir vinculados a unas siglas que representan todo lo negativo de esta ciudad”.
Maite Rodríguez, María Fernández Dibuja y Miguel Caride, en el Registro del Concello.
Los tres aseguran sentirse “defraudados” al entender que había un proyecto ilusionante y, pese a que reconocen que meditaron renunciar al acta, han optado por seguir como no adscritos “ya que es la forma de defender el proyecto político en el que nos embarcamos”. Rodríguez, Caride y Dibuja dan también un toque a PSOE y PP por “ser incapaces de resolver la extravagante situación que supone que la tercera ciudad de Galicia esté gobernada por tres personas incapaces”.
Por su parte, poco después de mediodía, se partía en dos pedazos el grupo de Ciudadanos, al anunciar Laureano Bermejo que abandonaba el partido y, en consecuencia, a su portavoz en el Concello, José Araújo, que se queda como único integrante de la formación naranja. Aludiendo a un descontento con el rumbo actual de Cs, Bermejo apunta que quiere conservar su acta de concejal “para seguir cumpliendo con mi palabra dada a los ourensanos y a todos los que confiaron en mí”, indicando que “quiero seguir trabajando por la gente y aportar mi granito de arena”. El ya exedil de Cs asegura que “votaré a favor de lo que considere que sea beneficioso para los ourensanos” y niega que haya tenido ofertas de otros partidos ni del actual gobierno local, al que tampoco podría incorporarse dado que los no adscritos no pueden mejorar su situación política y económica previa.
Laureano Bermejo.
De esta forma, el Concello vive una nueva revolución después de lo sucedido en agosto y septiembre, cuando salieron a la luz las diferencias en DO y, poco después, se rompía la coalición con el PP, que derivó en un gobierno de solo tres concejales liderado por Gonzalo Pérez Jácome. Ahora, ya cinco de los 27 ediles no tienen vinculación con el partido por el que fueron elegidos.
JÁCOME DICE QUE SE VAN POR “MOTIVOS ECONÓMICOS”
La salida de los tres críticos de DO provocó la rápida reacción del alcalde de Ourense y líder del partido, Gonzalo Pérez Jácome, dejando entrever que “abandonan antes de que los echen”, en alusión al proceso judicial abierto sobre su expulsión de la formación, y que detrás de la decisión adoptada están “motivos económicos”.
Explicó Jácome que había decidido que los críticos dejasen de acudir a juntas de área (reuniones por las que los ediles perciben una dieta). “Abandonan por 300 euros, fíjense qué tipo de personas”, añadió el alcalde.
El que no quiso pronunciarse sobre lo sucedido fue el portavoz de Ciudadanos, José Araújo, que aplaza cualquier valoración sobre el adiós de su compañero, Laureano Bermejo, al partido naranja.
