Las Diputaciones de Ourense y Lugo entregaron los informes técnicos de la candidatura a la Consellería de Cultura
Son 1.031 los Patrimonios de la Humanidad existentes, de los que 802 son culturales, 197 naturales y 32 mixtos, y todos ellos distribuidos entre 163 países. Sin duda, un club de lo más selecto, al que cada vez se acerca más la Ribeira Sacra como socio de pleno derecho, con cualidades incuestionables.
El entorno de San Pedro de Rocas, Bien de Interés Cultural desde el año 1923, fue ayer el testigo de piedra e historia en el que se escenificó la subida de un peldaño más, que busca culminar con la declaración por parte de la Unesco de esta zona como Patrimonio de la Humanidad. Pero primero necesita el título de Bien de Interés Cultural, que deberá conceder la Xunta de Galicia.
Así que ayer, en ese entorno por el que pasan cerca de 40.000 personas al año, las diputaciones de Ourense y Lugo entregaron los informes técnicos en relación a la candidatura de esta espacio único como Patrimonio Mundial, a la Consellería de Cultura .
En el acto participaron el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar; el Valedor do Pobo, José Julio Fernández; el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, el presidente del Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra, Juan Carlos Armesto, en representación de la Diputación de Lugo, y el alcalde de Esgos, Mario Rodríguez.
Manuel Baltar solicitó “máxima celeridade” a la Xunta, para que, según explicó “pronto poidamos celebrar esa distinción, que será un recoñecemento internacional de algo que para nós xa é patrimonio mundial, esta fermosa Ribeira Sacra".
Baltar destacó que entre Ourense y Lugo "non hai limites provinciais, é un todo, un conxunto, e paga a pena todos os esforzos que empreguemos para acadar ese recoñecemento”.
Unidad que también fue resaltada por Juan Carlos Armesto, quien subrayó que esta zona “máis aló do seu patrimonio, a súa paisaxe e o seu viño ten un valor máis que engadir: a unidade, pois 21 concellos, dúas deputacións, empresarios e a cidadanía da contorna estamos xuntos neste proxecto para que a Unesco e o mundo nos outorguen ese galardón”.
España, con 44 sitios, es el tercer país con más espacios patrimonio, sólo adelantada por Italia y China. La última concesión de la Unesco para España fue en el 2012 para el Patrimonio del Mercurio, en Almadén. El presidente de la Diputación ourensana también agradeció la implicación de todas las instituciones y la labor del equipo multidisciplinar, “que puxo á nosa disposición o Valedor do Pobo, porque nesta tarefa estamos implicados ata o final”, y recordó que la próxima semana se reunirá la comisión entre Concellos y Diputaciones. Finalizó pidiendo que sigamos “con esa mesma coherencia e consenso porque esa unanimidade fará que chegue o recoñecemento para que a Ribeira Sacra sexa o que xa é: Patrimonio Mundial”.
El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, afirmó que “iniciaremos agora o camiño administrativo para conseguir o recoñecemento da Ribeira Sacra. Estamos nunha contorna singular, tanto pola súa paisaxe como pola riqueza patrimonial".
Siguiente paso: declararla Bien de Interés Cultural
Tras la entrega de la memoria científica que, simbólicamente se realizó ayer en San Pedro de Rocas, el siguiente paso imprescindible será la solicitud de expediente de Bien de Interese Cultural (BIC) por parte de la Consellería de Cultura.
Estos trabajos técnicos, cuyo coordinador fue el Valedor do Pobo, José Julio Fernández, fueron desarrollados por expertos en las siguientes áreas temáticas: Producción agrícola y formas de cultivo; geografía física; edafología; botánica; patrimonio cultural (historia, historia del arte, arqueología, arquitectura y antropología); economía aplicada y producción vitivinícola.
La candidatura define, describe y delimita el bien propuesto, además de delinear su historia y acreditar un valor universal excepcional, especificando, en este caso, la manera en la que este valor se va a mantener y salvaguardar por medio de la protección legal y de la gestión de los recursos que testifican dicho valor; cual será el proceso de gestión, así como quien va a participar en el mismo.
Pero ahora es el turno para que la Xunta inicie el proceso para la declaración de BIC, trámite fundamental para que la solicitud se eleve al Gobierno del Estado para que sea debatida en la Unesco cuando corresponda.
